Las nuevas conductas que se detectan en las escuelas están potenciadas por las redes sociales y el consumo.
El interés de los adolescentes por seguir tendencias de moda y estereotipos impuestos ya no solo desde la publicidad, sino desde las redes sociales en forma frenética, ha generado una nueva conducta preocupante, que resulta un emergente en las aulas escolares: la cosmeticorexia. Este trastorno está vinculado a la obsesión por el cuidado de la apariencia. Se caracteriza por el rechazo a las imperfecciones o rasgos por fuera de un modelo hegemónico deseable y el uso excesivo de productos cosméticos.
De acuerdo a un relevamiento realizado por la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Buenos Aires (AIEPBA), la cosmeticorexia es una tendencia que “explotó” en el último tiempo entre niñas y adolescentes. “Es una nueva realidad que nos preocupa y nos alerta para ocuparse en las aulas, detectando la problemática y trabajando fuertemente con alumnos y padres”, advirtió el secretario ejecutivo de la entidad, Martín Zurita.
A través de un informe, desde la entidad indicaron que “los especialistas admiten que la principal razón que puede derivar en cosmeticorexia está sin duda potenciada en las redes sociales, reels de Instagram y videos de TikTok”, aplicaciones que capturan los intereses de niños y adolescentes y que, a su vez, les imponen modelos a seguir y les construyen deseos nuevos, en la lógica del consumo.
“El skincare, las uñas postizas, acopio de maquillaje, tratamientos de cabello e incluso inyecciones de ácido hialurónico y colágeno, llegando a cirugías estéticas, empiezan a darse con más frecuencia y de forma más precoz, principalmente entre niñas y adolescentes”, remarcaron.
Más allá de los peligros conductuales y psicológicos de esta tendencia, muchas chicas usan productos que están prescritos para adultos, lo que puede derivar en irritaciones, alergias, manchas e incluso quemaduras sobre el área de la piel aplicada. Pero el problema va más allá, e interfiere en la construcción subjetiva de niñas y jóvenes.
Imagen, consumo y padres desconcertados
Silvana Scarampi, directora del nivel secundario del Complejo Educativo Rubén Darío de Villa Ballester, señaló, de acuerdo al documento de AIEPBA, que “los cosméticos vienen muy ligados a lo que sigue siendo la exacerbación de la imagen. Más allá de que se trabaja en la búsqueda de ampliar la mirada sobre los cánones de belleza, sigue con mucho peso la apariencia. Tanto chicas como chicos le dedican demasiado tiempo a la imagen”.
Martichu Seitun, psicóloga especializada en crianza, indicó a la entidad que nuclea a escuelas privadas bonaerenses que “a su criterio la cosmeticorexia surge por el entorno, en una sociedad de consumo que se ve potenciada por las redes sociales”. En esa línea, señaló: “En el medio, los padres no saben cómo responder y terminan, en ocasiones, oficiando de impulsores de prácticas que pueden dañar física y psicológicamente a los chicos”.
Según indicaron desde AIEPBA, ante estas nuevas realidades, “los colegios hoy tienen que hacer escuela de padres” para armar equipos y poder cuidar a los chicos entre todos. “Es ardua la tarea que tenemos por delante, para enfrentar problemáticas actuales que ponen en riesgo la salud de nuestros adolescentes”, concluyeron. (