En un panel de expertos concluyeron que el evento climático adverso a la producción podría reaparecer entre la llegada de la primavera y el comienzo del verano. Alertaron que los perfiles no se recuperaron en la mayor parte del país.
Una posibilidad alta de que se reedite el fenómeno de La Niña a partir de la próxima primavera o comienzos del verano fue la principal novedad del panel de análisis de las perspectivas climáticas para la campaña 2025/25 que se realizó en el espacio “Punto Clima” de Expoagro, con la participación de expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El disertante de cierre fue el meteorólogo Leonardo De Benedictis, quien envió el preocupante mensaje a los productores: en la primavera volvería La Niña.
“Esta campaña viene a los tropezones, en algunos casos mejor, en otros no tanto; pero las decisiones ya están tomadas, entonces la idea es apuntar a las perspectivas climáticas para la campaña 2024/2025. Ya se viene la fina, y tenemos que empezar a planificar”, evaluó De Benedictis.
En este punto, planteó que “hay grandes perspectivas, grandes posibilidades de que vuelva el evento de La Niña. Todavía no está confirmado, faltan algunas condiciones para que se genere el evento, pero hay una probabilidad bastante elevada y se daría a partir de la próxima primavera o el comienzo del verano”.
El analista agregó que “esta es una mala noticia para el productor porque este año, si bien ha sido Niño, la lluvia sólo sirvió para poder implantar los cultivos y desarrollarlos, pero no para generar reservas para afrontar un año complicado”.
Como dato aleatorio, De Benedictis apuntó que “los perfiles están muy mal en la mayor parte del país. Todavía nos quedan dos meses claves que son marzo y abril, que suelen tener eventos de lluvia importantes. Pero son dos meses nada más, con lo cual volverá a ser un año complicado si se confirma La Niña”.
De acá a la primavera se espera que se mantengan los parámetros normales de lluvia, “con lo cual vamos a tener algo de actividad, pero sabemos que el invierno no es un período de reposición de agua y, con suerte, se mantiene la humedad, es decir que no servirá para mejorar la situación hídrica”, sostuvo.
Panel informativo
El panel informativo, destinado a productores, empresarios y público general, versó sobre el impacto de El Niño y las predicciones sobre su evolución para los próximos meses.
En el encuentro, las perspectivas de temperaturas y precipitaciones fueron temas centrales de análisis. En tanto, el SMN presentó distintos productos enfocados al sector agropecuario, como la plataforma Prorindes y el Balance Hídrico Operacional para el Agro.
El panel estuvo integrado por Gabriela Marcora, especialista en agro-meteorología (SMN), quien mostró productos de monitoreo y pronóstico de algunos indicadores específicos para el sector, que se encuentran disponibles al público.
En parte de su exposición, Marcora apuntó que “seguimos bajo influencia de El Niño, seguimos viendo su impacto, e inevitablemente vamos a tener que pasar por condiciones normales, porque el Océano Pacífico Central se tiene que enfriar para pasar a una etapa de La Niña, y como es una masa tan grande, eso no pasará de un día para otro ni de una semana para otra”.
Del panel también formó parte José Luis Stella, especialista en climatología (SMN) que se encargó de analizar el impacto que tuvo el fenómeno “El Niño” durante la primavera-verano. Presentó el pronóstico climático de precipitación y temperatura media para el trimestre de otoño, y analizó la posibilidad de persistencia de las condiciones de este fenómeno y cómo impactará a nivel regional.
Por su parte, Luciano Vidal, doctor en Ciencias de la Atmósfera (SMN), presentó productos obtenidos a partir de sensores remotos. Además, participó Guillermo García, doctor en Ciencias Agropecuarias y responsable del Área Ambiente en la Unidad de I+D de CREA, quien describió que “tenemos distintas estrategias para reducir la vulnerabilidad del sistema o aumentar su resiliencia, traducido en diversificación, espacio temporal; no poner todos los huevos en la misma canasta. Es decir, no hay que sembrar todo lo mismo y en el mismo momento. También hay otras estrategias, como pensar en sistemas de riego o de drenaje en regiones con excesos”.