"Del tuit pidiendo repuestos y “un cerebro para vender”, a un presente glorioso que le permite pensar en los mejores torneos del mundo", resume una nota publicada hoy por el matutino porteño "La Nación".
LA NOTA DE "LA NACIÓN"
La Navoneta, el sobrenombre surgido del juego de palabras inspirado en la Scaloneta, el apodo del seleccionado argentino de fútbol campeón del mundo en Qatar 2022, alcanzó una velocidad, hasta aquí, desconocida. Mariano Navone, el tenista de la localidad bonaerense de 9 de Julio que este martes cumplirá 23 años, disfruta de un momento radiante, glorioso.
Antes del torneo de Río de Janeiro, finalizado este domingo con el título de Sebastián Báez, nunca había ganado un partido de nivel ATP (con un balance de 0-2). Sin embargo, en el terreno carioca se convirtió en el undécimo jugador en superar la clasificación y llegar a una final de ATP 500, la categoría creada en 2009. El impactante crecimiento en el ranking, desde el 113° hasta el 60°, le cambia el escenario.
“Esta semana fue increíble… El primer ATP 500 en mi vida fue increíble: pasar la clasificación y terminar en la final, es un gran premio. Realmente disfruté jugar en Río, en una de las canchas más grandes de toda Sudamérica y en uno de los ATP 500 más lindos del mundo. Lo recordaré toda mi vida”, expresó Navone, que la temporada pasada, evidentemente, hizo un clic. Nunca había ganado Futures, la tercera categoría profesional, pero directamente obtuvo cinco trofeos del Challenger Tour, la segunda división del profesionalismo, y así se ganó un lugar entre los 120 mejores del circuito, estatus que le permitió lograr confianza y empezar a pensar en el añorado salto de jerarquía en el tour (en enero, en Australia, jugó la clasificación de un Grand Slam por cuarta vez; cayó en la primera ronda).
Sin embargo, lo que hoy fluye antes se obstaculizaba. No pasó tanto tiempo desde que Navone escribió en la red social X (antes, Twitter): “A la Navoneta no le llegan los repuestos, ¿alguno tiene un cerebro para vender?”. El mensaje lo publicó en mayo de 2022, cuando no lograba el tenis que pretendía y se sentía estancado. Además, todavía lidiaba con el cambio de empuñadura en su derecha, un asunto que se transformó en algo traumático. Mariano se encontró con varias respuestas a aquel tuit, la mayoría dándole ánimo. Continuó con una búsqueda comprometida, pero resbaladiza. Tuvo altibajos, nuevos desafíos y correcciones tenísticas sobre la marcha. Uno de esos cambios estuvo enfocado en la raqueta, a partir de un consejo de Andrés Dellatorre, su coach desde junio del año pasado. Comenzó a sentirse cada vez mejor, más confiado y suelto sobre el court y los resultados están a la vista; incluso, superó lo pensado.
“Mirando hacia atrás, en ese momento aquel tuit me sirvió para tomármelo con calma. Venía de unas semanas sin ganar un partido y me lo intenté tomar de la manera más leve posible. Perder en primera ronda de torneos ITF, en Montenegro y ante un jugador sin puntos de ATP... Si alguien me decía que dos años después iba a estar logrando mi primera final de ATP 500, le iba a decir que estaba loco y que no entendía nada de este deporte”, le expresa Navone a LA NACION, recién llegado a Buenos Aires.
Y añade: “Pero este deporte tiene muchos giros, hay clics mentales, fui pasando de un clic al otro, primero pude jugar con esa derecha y mejorarla, después fue jugar todo a nivel Challenger sin haber ganado Futures… Cada paso fue bastante difícil, pero el salto fue muy rápido. Estamos diciendo que no pasaron ni 24 meses desde aquel tuit y estoy 60° del mundo, teniendo la chance de jugar los mejores torneos del mundo. Increíble”.
Uno de los objetivos de Navone y de su equipo era sumar puntos durante los primeros meses del año para tratar de ingresar en forma directa a Roland Garros (26/5 al 9/6). Pero todo se aceleró en Río. Su nuevo ranking no sólo le permite tener un lugar asegurado en el Abierto de Francia (y más tarde, en Wimbledon), sino también en los ATP y los Masters 1000 previos al Grand Slam parisino. Hoy, tras semejante desgaste en Brasil, Navone se puede dar el lujo de detener el motor y bajarse del ATP 250 de Santiago de Chile, que hoy comienza. Tampoco jugará la semana próxima en el Challenger de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, un certamen que tenía apuntado por si no le iba bien en Chile. Este martes celebrará su cumpleaños en familia en Buenos Aires y, en unos días, comenzará a planear su retorno: al no estar anotado en Indian Wells (6-17/3) ni en Miami (20-31/3), le apuntará directamente a la próxima gira sobre superficie lenta: desde el 1° de abril se juegan los ATP de Houston, Marrakech y Estoril.
A Navone nunca le sobró nada en el aspecto económico. Durante años fueron sus padres, Analía Vizzón y Luis Navone, los encargados de la ingeniería para conseguir pasajes y hoteles más económicos. Incluso, durante años, Mariano se encordaba sus raquetas y las de otros compañeros para ganar unos pesos y pagarse sus cuerdas. Hoy, lógicamente, el contexto es otro. Y el jugador diestro, de 1,78m, tiene más aire para descansar y planificar sus giras. Se le abrió un escenario nuevo, en el que, además, deberá adaptarse a una mayor popularidad y comentarios en las redes sociales.
“Tuve una constancia grande que me enorgullece”, apunta Navone. Y amplía: “Pude aguantarme los momentos en los que no me iba bien y los choques contra la pared. Por eso, lo que más disfruto hoy es mirar hacia atrás y enseguida observar hacia adelante y saber que voy a jugar los ATP, que estaré cerca de los Masters 1000 y que haré alguna gira impensada, como la de pasto. Estoy feliz por lo que me pasa. Es emocionante lo que viví en Río. Y explotó todo: mensajes, cantidad de seguidores, saludos… Estas cosas a veces pasan en el tenis y estoy contento de poder vivir de lo que siempre soñé”.
Ocho top 100, apenas por debajo de Estados Unidos y Francia
Desde este lunes, ocho argentinos figuran entre las mejores cien raquetas del ranking de la ATP. Los jugadores son Francisco Cerúndolo (20°), Sebastián Báez (21°; su posición más destacada), Tomás Etcheverry (27°), Facundo Díaz Acosta (52°; su mejor lugar), Mariano Navone (60°; su ubicación más alta), Pedro Cachin (78°), Federico Coria (88°) y Thiago Tirante (100°; mejor lugar).
Solamente dos países tienen más jugadores en el ranking individual masculino: Estados Unidos y Francia, con doce y diez, respectivamente. Australia también cuenta con ocho representantes en el top 100.