Las altas temperaturas del verano suele ser un punto difícil de abordar en la huerta familiar. Sin embargo, hay métodos tradicionales que ayudan a morigerar los efectos del estrés, según cada caso.
El verano es una estación clave y efectiva para sembrar en la huerta en casa y hay muchas frutas y verduras que crecen de manera óptima y adaptándose bien a esta temporada.
Pero lo más recomendable es tener algunos cuidados, especialmente para proteger a las especies sembradas del sol y que tengan suficiente humedad.
La cantidad de agua y las horas de sol que necesitan las plantaciones familiares va a depender en su totalidad de las plantas que se encuentren en producción.
Por ese motivo, existen una serie de recomendaciones para que la huerta de verano sea exitosa y que se mencionan a continuación.
CLAVES PARA LA HUERTA EN VERANO: EL AGUA
El agua es el factor clave para la huerta en esta época del año.
Sobre todo, esparcida en horarios en que el sol comienza a desvanecerse, para que este recurso se evapore menos y el aprovechamiento por parte de los cultivos sea mejor.
Las verduras de fruto (tomates, morrones o berenjenas) y las de raíces (papa, zanahoria) son las que suelen necesitar más agua mientras crecen, por lo que es importante revisar que no se reseque la tierra especialmente en estos casos, para que no les impida crecer bien.
HUERTA EN VERANO: LA IMPORTANCIA DEL SOL
El sol es otro elemento muy importante para la huerta, pero en verano suele ser muy intenso y no todas las verduras lo toleran como en otras épocas del año.
Las verduras de hoja, como la acelga y la lechuga, son especialmente sensibles al sol fuerte y a las altas temperaturas, igual que las zanahorias. Para esas verduras, lo mejor es evitar que les “pegue” el sol directo y elegir espacios más sombreados.
La otra alternativa para menguar el efecto del sol es colocar una mediasombra sobre ese espacio de la huerta para resguardarlas.
Las espinacas, por ejemplo, no es recomendable sembrarla en esta época si se realiza la huerta en una zona de mucho calor, porque florece antes y se vuelve muy amarga, perdiendo productividad.
Para otras verduras, el calor y el sol son ideales: el tomate, el morrón y la berenjena son algunas de las verduras que mejor se adaptan al verano. Crecen mejor con muchas horas de sol, al menos 6 horas, y prefieren el calor y las temperaturas de al menos 20 grados.
HUERTA EN VERANO: LOS 9 PUNTOS CLAVES
- Regar con regularidad para evitar la deshidratación de las plantas. Es importante tener en cuenta los horarios de riego.
- Eliminar las malezas para evitar la competencia por nutrientes y agua con las plantas de la huerta.
- Cubrir el suelo con material vegetal seco para retención de humedad, reducción del impacto solar y de las lluvias, que actúa como colchón en el suelo.
- Aflojar el suelo a una profundidad de 30 a 40 cm. aproximadamente para favorecer el buen desarrollo radicular y sostén de las plantas.
- Arrimar tierra a la planta para lograr un buen anclaje de la misma con el suelo.
- Coloca un tutor a la planta (puede ser de diferentes materiales) para evitar que los frutos estén en contacto con el suelo.
- Es importante observar la huerta todos los días para poder determinar el estado sanitario de las mismas, por ejemplo: presencia de insectos, hongos, etc.
- Realizar control de plagas si se observan daños en las plantas. Dependiendo la intensidad de los ataques será la estrategia de control.
- Protección del cultivo: si está dentro de las posibilidades es fundamental colocar protección antigranizo, ya que en las tormentas de verano se registran alta intensidad de granizo.