Un equipo de paleontólogos del Conicet hizo público el hallazgo de una nueva especie de dinosaurio herbívoro de cuello largo en la provincia de Neuquén: el Sidersaura marae. Se trata de cuatro ejemplares nunca antes registrados, encontrados en un rango de 50 metros.
Sebastián Apesteguía, investigador del CONICET y director del Área de Paleontología de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, comentó las particularidades de este hallazgo y algunos datos referidos a las excavaciones.
Para empezar, se trata de un cuadrúpedo herbívoro de cuello y cola de gran longitud, similar a los braquiosaurios y brontosaurios (o a los locales argentinosaurus y titán patagónico). Pertenece a la familia de los rebaquisáuridos (Rebbachisauridae), caracterizados por sus hocicos anchos (tipo pato), que les facilitaban alimentarse de la vegetación baja, y por los huesos de su columna vertebral rellenos de espacios con aire que les daban un peso mucho menor del esperable.
Lejos de los tecnicismos, Apesteguía explicó que esta investigación nació como efecto colateral de una investigación principal, la del Meraxes Gigas, dinosaurio encontrado en el año 2012 pero publicado en el 2022. «Es complicado. Se tarda mucho, sacarlos del terreno llevan 5 años, más el estudio posterior».
Además, aclaró el significado de su nombre: «Sidersaura marae» debido a que tiene unos «huesitos que protege las arterias de la cola que son en forma de estrella». Así mismo, explicó que los nombres suelen ser en latín para que todo el mundo lo entienda. «Sider en latín es estrella y saura es reptil en femenino».
Remarcó también la importancia de la paleontología para saber cómo funciona la tierra, cómo funciona el planeta en que vivimos, «es imposible sin la paleontología, estamos arañando la superficie de un mundo enorme». Además, agradeció el apoyo y dedicación de la localidad de Villa El Chocón, lugar que amplía su museo, a la espera de nuevos ejemplares por descubrir.