Lo hizo al encabezar el acto para el 202 aniversario de la creación de la Policía en la Escuela Juan Vucetich.
El gobernador Axel Kicillof se mostró este viernes a favor de que sea la Justicia federal la que investigue los delitos complejos vinculados al narcotráfico y al narcomenudeo de forma integrada y coordinada.
Lo hizo al encabezar el acto por el 202° aniversario de la creación de la Policía en la Escuela Juan Vucetich, donde estuvo acompañado por el flamante ministro de Seguridad, Javier Alonso y por el antecesor a ese cargo y ahora rector del Instituto Juan Vucetich, Sergio Berni.
“Necesitamos que el tratamiento de los delitos vinculados al narcotráfico, a los delitos complejos y al narcomenudeo se vuelvan a integrar”, dijo Kicillof. Y analizó que “es el ámbito federal el que debe hacerse cargo de algo tan complicado”.
“Hay que unificar los delitos de narcotráfico en la esfera federal. Vamos a trabajar con los instrumentos necesarios para que esto vuelva a ocurrir. De otra manera, no vamos a resolver este problema más allá de los esfuerzos del Ministerio de Justicia o de la policía, porque hay una separación en la cadena de investigación y en el tratamiento judicial de un delito que, al final, es el mismo: narcomenudeo y organizaciones internacionales”, reflexionó Kicillof.
En ese marco, sostuvo que “una de las problemáticas más graves y preocupantes del planeta es el narcotráfico” y que en los cuatro años de su gestión “se iniciaron 98 mil causas asociadas a ese delito, de las cuales hay resultados en 9.200 y otras 82.600 están en espera”.
Es que si bien la justicia federal ya investiga los casos de organizaciones narcos, el gobernador reclama que los casos de narcomenudeo y vinculados a delitos complejos -hoy a cargo de la justicia ordinaria- también sean investigados bajo esa órbita “para que haya coordinación e integración”.
Desde el Poder Ejecutivo se indicó que la idea es impulsar una reforma “para conectar la justicia federal y provincial y que no haya disociación en las investigaciones de delitos por droga”.
En el año 2005, el Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires impulsó la llamada “desfederalización” de los delitos de menor cuantía previstos en la ley 23.737 -que derivó en el dictado de ley 26.052-, en la que se determinó que la justicia federal continuara encargándose del narcotráfico, de las grandes bandas que funcionan en varias provincias, pero se agregó que los poderes judiciales locales se concentren en el narcomenudeo, es decir, en los delitos de drogas menores y que están restringidos a ese territorio.
“Policía arrasada”
El gobernador puso de relieve que el exministro Berni “recibió una policía arrasada y la puso en marcha” porque se propusieron “una reconstrucción” de esa fuerza.
“La policía es un engranaje en el mecanismo para garantizar seguridad, paz y certidumbre para los vecinos. Invertimos en aquello que se había abandonado e iniciamos un camino de transformación para recuperar el prestigio, la eficacia, la confianza del pueblo después de tanto tiempo de abandono”, destacó el gobernador.
Asimismo, señaló que en el conurbano, se incorporaron “12 mil nuevos agentes con formación profunda y moderna, se generó una nueva forma de intervención en territorio, se formaron 16 bases de la UTOI con 8 mil efectivos preparados, capacitados, equipados y concientizados de cuál era el nuevo enfoque y la nueva tarea para abordar la inseguridad en los barrios más vulnerables”.
Además, subrayó que “a partir de la instalación de la base de la fuerza barrial de aproximación, volvió la policía a caminar esos barrios y enfatizó que trabajará para que “la presencia del Estado se extienda por cada centímetro”, al tiempo que mencionó que “para responder a la problemática del delito y la inseguridad en zonas agrícolas, se creó el cuerpo de la policía rural”.