Las exportaciones de trigo se duplicarán respecto a las registradas en la campaña pasada, y el ingreso de divisas le traerá un poco de alivio a las alicaídas reservas del Banco Central.
Las exportaciones de trigo de la campaña 2023/24, que comienzan a partir de diciembre y se extienden hasta marzo inclusive, podrían crecer 108,76% hasta los US$ 2.240 millones, al despacharse 8,7 millones de toneladas, estimó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De esta manera, se embarcarían 5,5 millones de toneladas más que en la campaña previa, equivalente a US$ 1.167 millones, indicó la entidad bursátil.
La proyección de la Bolsa rosarina, la actual cosecha de trigo, que se encuentra en pleno proceso, alcanzaría las 13,5 millones de toneladas, sólo dos millones de toneladas por encima del ciclo 2021/22, fuertemente afectado por la inédita sequía.
La entidad proyectó que de diciembre a abril los valores exportados se ubicaría entre los US$ 300 y US$ 400 millones por mes, alcanzando un acumulado de US$ 1.400 millones, valor que si bien "se encuentran lejos de los exportados en algunas campañas anteriores, como la 2021/22, están en línea con el promedio de la última década".
La noticia no es menor ya que se sabe que el presidente electo, Javier Milei, asumirá el 10 de diciembre con las reservas del Banco Central con un margen negativo de US$ 10.000 millones.
Si bien no es una “gran cifra”, como lo fueron las del 2021 y 2022, permitiría “un puente” hasta abril, cuando comienza a liquidarse la cosecha gruesa.
Las lluvias llegaron tarde para el trigo pero mejoraron, y mucho las perspectivas de la cosecha de soja, el principal productor de exportación de Argentina, y que podría dejar unos US$ 18.100 millones, más del doble de lo que se recaudará este año, fuertemente afectada por la sequía.
Pero además de aumentar la producción, la BCR la estimó en 50 millones de toneladas para la campaña que comenzará a recolectarse en mayo, este crecimiento se dará en el marco de una caída de la cosecha de Brasil.