El hospital provincial “Cordero” de San Fernando fue sede de una cirugía donde se le extirpó un tumor cerebral a un paciente que permaneció despierto, para efectuarle un mapeo de emociones y guiar el procedimiento.
Es la primera vez que se realiza en Sudamérica una intervención como esta, que fue encabezada por el investigador y neurocirujano español Jesús Martín-Fernández, tras la invitación de los especialistas del establecimiento bonaerense.
El cirujano español fue invitado por Matías Baldoncini, uno de los referentes de la neurocirugía en nuestro país que se desempeña actualmente en ese establecimiento sanitario provincial, y por Leandro Carballo, jefe del Servicio del "Cordero". La novedosa operación se llevó a cabo de manera interdisciplinaria con neuropsicólogos, y neurofisiólogos internacionales, neurocirujanos, anestesistas, e instrumentadores del hospital de San Fernando, profesionales de Capital Federal, y de Rosario.
El paciente intervenido es un chico de 17 años que, a raíz de un tumor en un área muy puntual del cerebro, cercana al centro que manejan las emociones y el lenguaje, padecía trastornos del habla, y sufría parestesias, que son sensaciones raras en todo el hemicuerpo izquierdo, además de convulsiones. Por eso, lo que se hizo durante la cirugía donde el joven permaneció consciente, fue un mapeo de las áreas motoras y sensitivas del cerebro, que tienen que ver con los movimientos; y también de las zonas del lenguaje y de las reacciones emocionales.
Respecto a la novedosa técnica, el director ejecutivo del hospital “Cordero” de San Fernando, Juan Delle Donne, dijo que “nos enorgullece poder realizar estas cirugías de vanguardia a nivel internacional en un hospital público de la provincia de Buenos Aires, con lo cual es para todos y todas las bonaerenses que lo necesiten. Cualquier persona tiene derecho a recibir estos tratamientos e intervenciones, más allá de su situación social, cobertura o de lo que fuere, es de acceso para todos y todas”.
La revolucionaria técnica denominada “cirugía a la carta” consiste en mantener despiertos durante la intervención a los pacientes para poder preservar sus emociones, además del lenguaje, comportamiento, memoria y otras funciones mentales.
En el procedimiento, se le proyectan al paciente unos avatares que son caras con rostros, donde tiene que ir reconociendo las distintas expresiones que se le muestran en la pantalla. Es decir que, empleando inteligencia artificial se incluye un test diseñado por el mismo neurocirujano español, que permite evaluar las emociones en vivo y preservar la cognición de la persona intervenida durante todo el proceso, lo que le permitirá tener un postoperatorio más corto y llevadero.