En un operativo imponente dieron de baja una organización criminal que estaba haciendo estragos en Brasil y parte del continente.
Una Fuerza de Tarea compuesta por la Policía Civil, el Ministerio Público y Alianza, - asociación líder en LATAM respecto de la lucha contra la piratería de contenidos audiovisuales-, inició la operación denominada "La Firma", con el objetivo de combatir y poner fin a las actividades ilegales de una de las mayores organizaciones criminales que opera en Brasil, dedicada al suministro de contenido audiovisual ilícito.
Esta fuerza de tarea viene trabajando desde hace más de 8 meses en la investigación sobre una de las mayores organizaciones criminales dedicadas al suministro ilegal de contenido audiovisual, conocida popularmente como “gatonet”.
Como resultado de este trabajo, se pudieron concretar 32 órdenes de registro y allanamientos en nueve ciudades de cinco estados diferentes –San Pablo, Río de Janeiro, Santa Catarina, Río Grande do Sul y Bahía. Debido a los indicios de lavado de dinero, la Justicia brasileña también ordenó el bloqueo y la indisponibilidad de todos los activos financieros, incluidas las criptomonedas, de ocho personas físicas y cinco empresas constituidas para el lavado de dinero.
También se ordenó el bloqueo de docenas de dominios e IPs utilizados para mantener la red ilegal de streaming. La “Operación Firma”, realizada en los estados de San Pablo, Río de Janeiro, Santa Catarina, Bahía y Río Grande do Sul, movilizó a las fuerzas policiales en una coordinación centralizada en la ciudad de Araçatuba, en la capital paulista. En total, participaron 105 (ciento cinco) agentes de la Policía Civil, incluyendo peritos científicos.
La industria, que lucha enérgicamente contra la piratería, también aportó peritos y técnicos especializados para apoyar a los agentes en el terreno. Al equipo de la Asociación La Alianza, se le sumaron especialistas de otras asociaciones dedicadas a combatir la piratería en la región.
Las asociaciones ABTA (Asociación Brasileña de TV por Suscripción) y ACE (Alliance for Creativity and Entertainment) contribuyeron con sus recursos técnicos en un esfuerzo conjunto para abordar este problema.