Las denunciantes apuntaron contra un profesional del Sanatorio Güemes. Aseguran que son operaciones que no habían sido solicitados por ellas.
Dos mujeres trans denunciaron ante el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) a un médico cirujano plástico del Sanatorio Güemes. De acuerdo con la presentación, el profesional elevó a la obra social bonaerense facturaciones por prácticas de intervención para su feminización facial, que ellas no solicitaron ni les informaron que les realizarían.
Las denuncias fueron presentadas por la presidenta de la Asociación Otrans Argentina, la platense Claudia Vásquez Haro y Ariana Araujo ante la Dirección provincial de Prestaciones de IOMA, que investigará lo denunciado.
Según detallan en sus presentaciones, el médico del Sanatorio Güemes sería el único profesional que atiende a pacientes de esa obra social para realizarles la "feminización facial" prevista en el marco de la ley 26743 de Identidad de Género.
En el caso de Vásquez Haro, acordó con el profesional que le realizaría un retoque en los labios y párpados superiores. El cirujano, en tanto, dijo que le haría "un retoque en el mentón" pero según la denunciante "nunca le habló de prótesis ni de titanio".
El presupuesto presentado por el profesional no coincidía con lo acordado, e incluía "Rinoplastia, Lifting Facial y Cervical, Remodelación de la Mandíbula con osteotomías, Remodelación del Mentón con osteotomías, Lifting de Labio superior, Cirugía de reducción de la Nuez de Adán y Blefaroplastia Bilateral". Por todas esas intervenciones, M.D.M. solicitaba el pago de $5.600.000 más IVA.
En la denuncia ante IOMA, Vásquez Haro precisó que "no se iba a hacer rinoplastía, remodelación de la mandíbula con osteotomías ni reducción de la nuez de Adán". Y, además, aseguró que se sintió "violentada, extorsionada", y que iba a ser cómplice de una "estafa" que el profesional pretendía realizar a la obra social IOMA.
Para Vásquez Haro, el cirujano plástico "utiliza la identidad de género a los fines de estafar y lucrar con las necesidades de un colectivo históricamente vulnerado, pues no sólo se estafa a la obra social, sino que genera falsas expectativas, lo que afecta la salud mental y emocional de las personas".
En el caso de Ariana Araujo, durante la consulta con el profesional acordaron que le practicaría reducción de la nuez de Adán, remodelación de la región frontal, lifting de cejas y remodelación de la mandíbula, pero al enviarle el presupuesto para la obra social, observó que incluía otras prácticas no solicitadas.
Ante esa circunstancia, la mujer trans pidió que eliminara del presupuesto dichas operaciones no pedidas y a pesar de hacerlo "el monto de honorarios no se redujo", en tanto en el listado de materiales que requería figuraban "placas y mallas de titanio para pómulos y prótesis de mentón", ejemplificó.