En el mes sube casi 12%. Temor por el impacto en la inflación. Informalmente, el Fondo dijo que las medidas son positivas.
La falta de reservas y la inconveniente dilatación de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que avanzan demasiado lentas para las necesidades del gobierno argentino, pusieron al ministro de Economía Sergio Massa entre la espada y la pared. Y muy a su pesar, tuvo que aplicar una devaluación (selectiva, parcial, arbitraria, pero devaluación al fin) justo en medio de la campaña electoral.
Qué complicado estará el panorama para que el ministro-candidato se resignara a ofrendarle al FMI una devaluación que, inevitablemente, impactará en la inflación, aunque el próximo comunicado del INDEC sobre la inflación de julio se conocerá recién el martes 15 de agosto, es decir dos días después de las PASO. El combo dólar para arriba e inflación aún más recalentada no llevará buenas noticias al oficialismo.
Lo concreto es que el lunes posterior a los anuncios el mercado cambiario respondió más o menos como se esperaba. El dólar blue dio un salto de 4,6% y llegó a los 552 pesos, récord nominal. En lo que va de julio, el blue subió casi 12%. Es verdad que esa disparada del dólar informal, que mueve menos volumen que lo que se transa con los dólares financieros pero llega más rápido a las noticias y los zócalos de la tele, se compensó con precios más tranquilos en el mercado de los dólares alternativos pero legales. El dólar MEP quedó todavía debajo de los 500 pesos ($ 497) y el contado con liquidación subió menos del 1% que llegó a $ 536.
Es verdad que las mesas que operan el blue, y que desde ya no están todas en el microcentro –donde volvieron a verse efectivos de la Policía Federal circulando por el barrio de los arbolitos– suelen subir el precio de este dólar después de los anuncios como los del domingo. Pero tampoco hay que perder de vista que en las últimas semanas el Banco Central giró casi 200.000 millones de pesos al Tesoro, y eso inevitablemente tendrá un impacto sobre las divisas y sobre la inflación.
Un dato positivo de este lunes: los bonos en dólares subieron entre 1 y 2% y las acciones también terminaron con un discreto saldo positivo. Nada, desde ya, alcanza a tapar el ruido que genera el dólar, y más con el calendario electoral en marcha.
Si bien el mercado acepta que este partido se juega todos los días, el hecho de que el Gobierno haya cedido un poco a las exigencias del FMI trajo cierto alivio y en principio alejaría el riesgo de que se rompan la negociación. Mirando al 2024, es más importante esto que la tensión cambiaria o unos puntos más de inflación.
El incentivo que se le dio al agro con un tipo de cambio más alto, más un dólar más caro para los importadores, tuvo efecto inmediato. El Banco Central cerró la jornada con un saldo positivo de 65 millones de dólares, fruto de compras de dólares por 135 millones y ventas de 410 millones de yuanes. Economía calcula que el dólar agro de $340 podría arrimar a las reservas unos 2.000 millones de dólares.
Una comunicación informal del Fondo diciendo que las medidas anunciadas iban en la dirección correcta llevaron algo de calma al palacio de Hacienda, donde los funcionarios -con Massa a la cabeza- se preguntan si el staff del FMI tratará o no el caso argentino antes de que apaguen las computadoras por unas semanas para irse de vacaciones.
Naturalmente, la suba del dólar y los anuncios se miran, como se dijo más arriba, en el contexto de la puja con el FMI: “Día raro en los mercados. Los bonos y las acciones suben (optimismo) y el blue se escapa a 550 (preocupación). No es simple de explicar” dijo Miguel Kiguel, quien en declaraciones radiales añadió: “El Fondo lo que va a querer es tener la certeza de que no van a usar sus dólares para intervenir en el mercado. El Gobierno necesita eso para llegar a las PASO y creo que en principio anunciaron algo bastante tímido que claramente no es suficiente y después tendrán que pensar cómo llegan hasta las elecciones generales”.
Carlos Melconian, por su parte, señaló que “el Gobierno quiere llegar a la PASO sin devaluar, no quiere llegar rompiendo con el Fondo ni que el Fondo rompa, no quiere que la brecha se le escape de una magnitud aceptable, yo diría entre 90 y 100 por ciento. Si alguien dijera que eso se queda ahí, firman ya”, aseguró Carlos Melconian a radio Mitre.
El candidato-ministro tiene que moverse en estos días entre la aspereza de las conversaciones con el FMI y las medidas piantavotos como la devaluación selectiva, por un lado, y los actos de campaña, donde le construyen un clima más apacible.