Un grupo nutrido de productores agropecuarios, vecinos, representantes del gremialismo empresario y los directivos de Lácteos Vidal se congregó en Moctezuma.
Un grupo nutrido de productores agropecuarios, representantes del gremialismo empresario y los directivos de Lácteos Vidal se congregó en Moctezuma, donde se encuentra la planta de la compañía, el pasado sábado.
En la convocatoria que se realizó se anticipaba que tras haber sufrido dos meses de bloqueo por parte del gremio ATILRA ahora es acosada por la justicia con un embargo de su cuenta bancaria.
La empresa que elabora muzzarella, ricota y quesos, de todas maneras, recibió buenas noticias esta semana.
El Juzgado Nacional de 1° Instancia del Trabajo Número 69, a cargo del juez José Ignacio Ramonet dio lugar a los pedidos de Lácteos Vidal.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), en tanto, se solidarizó con la empresa. En un comunicado expuso que «está siendo sometida a presiones desmedidas y a un permanente acoso gremial que impide el normal trabajo de la empresa, por parte del Sindicato de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), y con fallos judiciales que sorprenden y no parecen compadecerse con lo que ha venido sucediendo en este conflicto, ni contemplar la relevancia que dicha empresa tiene para la comunidad de Carlos Casares y la región”.
“No es el camino, la violencia y el escrache”, sostuvo Horacio Salaverri, presidente de Carbap, en declaraciones periodísticas.
El encuentro, lo organizó la Cámara de Productores de Leche Cuenca Oeste (Caprolecoba) y acompañaron la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), la Unión de Productores de Leche Cuenca Mar y Sierras, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) y el Movimiento Campo + Ciudad, entre una treintena de entidades más.
En su página web, el diario La Nación que viene siguiendo el conflicto, casi día a día, señala que la titular de la empresa, Bada Vázquez, señaló que “Necesitamos hacer las cosas bien. Nosotros solos no podemos hacer nada. Con respecto a lo que nos está pasando a los empresarios y emprendedores estamos en una situación muy difícil: nuestros derechos están siendo vulnerados. En el caso de la mafia sindical de Atilra, desde hace muchos años estamos sufriendo cachetazos y puñetazos. No es la primera, pero espero que sí sea la última y que no quede ninguna pyme en el camino. No por la pyme, sino por las fuentes de trabajo”.
Entre los asistentes estaban sus proveedores, clientes y un grupo de empleados.
Según La Nación observaban a pocos metros del lugar un grupo de delegados de Atilra y tres ex empleados.
Alejandra Bada Vázquez relató que “cuando a la mañana, recibís un mensaje y te dicen los colegas que están bloqueados, lo primero que te pasa es que comienza a correrte un sudor frío por la espalda, porque sabemos que la leche se pudre. Sabemos que un bloqueo es un secuestro, una extorsión. Te secuestran la fábrica, literal, y desde ese momento sabés que te comenzás a fundir. Te usurpan la propiedad, no te dejan sacar ni entrar la leche. La gente no la dejan entrar a trabajar. Cuando comienzan a extorsionarte estos señores se ponen a ver el reloj y te dicen: son las 6 de la tarde, se te va a pudrir la leche, qué vas a hacer, me vas a dar lo que te pido. Es una extorsión y no encontramos ayuda; si no nos ayudan, los colegas que también están amenazados entramos en una situación muy difícil y es lo que no podemos permitir”.
En alto tono, la empresaria apuntó que “Es momento de que también sepan que nosotros los empresarios necesitamos trabajar en libertad, a veces no nos dejan por intereses de algunos gerontes sindicales, sinvergüenzas mafiosos, que priorizan sus luchas internas y mandan la gente a cometer delitos. Les lavan la cabeza de tal forma que su empleador y compañeros perdieron la confianza en él y tristemente esa confianza se perdió”.