La Organización de las Naciones Unidas crea un marco legal para extender las protecciones ambientales en aguas internacionales.
Los estados miembros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) aprobaron el primer tratado que busca proteger la altamar, un acuerdo que se convertirá esencial para preservar la vida y la salud de los océanos, vitales para la humanidad.
"El océano es la fuerza vital de nuestro planeta. Hoy le han insuflado una nueva vida y una nueva esperanza para que tenga una posibilidad de luchar", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que saludó un "logro histórico", aunque recordó que el trabajo "todavía no ha concluido".
"Les insto a que no escatimen esfuerzos para que el acuerdo entre en vigor", agregó Guterres.
Desde la Cancillería argentina destacaron que "este avance constituye un enorme logro para el multilateralismo en sus esfuerzos para enfrentar los desafíos que representa la preservación de la salud de los océanos para las generaciones presentes y futuras".
"La Argentina participó activamente de las negociaciones, ratificando su firme compromiso con la protección y uso sostenible de los océanos y con las acciones que lleva a cabo como Estado ribereño en miras de ese objetivo", indicaron.
Para tener en cuenta la importancia del nuevo tratado es necesario recordar que los océanos producen mucho del oxígeno que se respira, limitan el cambio climático absorbiendo CO2 y albergan zonas muy ricas en biodiversidad, incluso a niveles microscópicos.
"Océanos sanos, desde aguas costeras hasta áreas de fondos marinos profundos y la altamar remota son parte integral de la salud, el bienestar y la supervivencia humana", abogó recientemente un grupo de científicos en la publicación The Lancet.
Sin embargo, como gran parte de los océanos se encuentran fuera de las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los países, y por tanto de la jurisdicción de cada estado, era necesario crear una protección para la altamar, la cual requería de la cooperación internacional.
El tratado es considerado esencial para que los países protejan el 30% de la tierra y de los océanos del mundo para 2030, como acordaron los gobiernos del planeta en un acuerdo firmado en Montreal, Canadá, en diciembre. Oficialmente conocido como el tratado de "Biodiversidad más allá de la Jurisdicción Nacional", también introduce requisitos para llevar a cabo estudios de impacto medioambiental para actividades que se planeen en aguas internacionales.
Tras su adopción formal, la cual se realizó este lunes, ahora el tema queda en manos de los países que podrán firmarlo y ratificarlo a partir del 20 de septiembre, e informaron que serán necesarias 60 ratificaciones para su entrada en vigor.
Principales puntos del tratado
- Altamar y fondos marinos: el objetivo principal es la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina, tanto ahora como a largo plazo, en las zonas que no pertenecen a nadie.
- Zonas marinas protegidas: el punto más emblemático del tratado es la creación de zonas marinas protegidas en aguas internacionales, como las que actualmente existen en las aguas territoriales.
Dichas zonas se cree que podrán ser controladas con satélites para vigilar e identificar a los infractores.
- Recursos genéticos marinos: cada estado, marítimo o no, y cualquier entidad bajo su jurisdicción, podrá recolectar en altamar vegetales, animales o microbios, cuyo material genético podrá ser utilizado, incluso comercialmente, por empresas farmacéuticas u otras que esperan descubrir moléculas milagrosas.
- Estudios de impacto: antes de autorizar cualquier actividad en altamar realizada bajo su control, los países deberán estudiar las potenciales consecuencias para el entorno marino. Si un estado considera que una actividad prevista en sus aguas nacionales pueda afectar la altamar de manera sustancial, también debe realizar este tipo de estudios.