Para la Justicia fue un homicidio cometido en legítima defensa por parte del vecino radicado en Quilmes.
El Tribunal Oral N° 3 de Quilmes dictó el sobreseimiento del jubilado Jorge Ríos, el herrero que mató a un joven cuando le entraron a robar en su vivienda de Quilmes Oeste en 2020.
Ante el trágico suceso, fue el fiscal Ariel Rivas, quien pidió la prisión domiciliaria del hombre en 2020, teniendo en cuenta su edad avanzada y los problemas de salud preexistentes.
De acuerdo con el fiscal, desde que le fue concedido este último beneficio el acusado no demostró “voluntad de burlar la acción de la Justicia”, sino que se ajustó a derecho y cumplió con la medida dictada. Ante esta situación, concluyó que “es posible avanzar hasta el dictado de un pronunciamiento definitivo sin que permanezca detenido en su domicilio”.
Luego de tres años de espera, el tribunal contempló la suspensión del juicio oral y público al que iba a ser sometido a partir del 12 de junio. En el fallo, los jueces consideraron que está probado que Ríos «se encuentra amparado por una causal de justificación que lo exime de responder penalmente conforme la artículo 34 inciso 6 del Código Penal».
El pedido fue presentado por el fiscal Andrés Nieva Woodgate ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 quilmeño, que ahora deberá resolver si decide mantener el comienzo del juicio por jurados por el “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” de Martín “Piolo” Moreyra (26), que tendrá a Ríos en el banquillo de los acusados.
La solicitud de Nieva Woodgate, fue efectuada en las últimas horas luego de darse a conocer el cuarto peritaje en el que especialistas de la Policía de la Ciudad negaron que Ríos haya “rematado” a Moreyra en la vía pública.
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“La filmación no captó fogonazos correspondientes a ninguno de los tres supuestos disparos efectuados en la vía pública contra Moreyra”, expresó el representante del Ministerio Público en su presentación.
El informe estableció “la imposibilidad de determinar la existencia signos compatibles con el disparo de un arma de fuego, en virtud de no poder visualizar elementos como ser destellos luminosos, cambios significativos de luminosidad o fogonazos, producto de la deflagración de la pólvora en la secuencia fílmica analizada”.
A su vez, el peritaje indicó que “los movimientos y gestualidades corporales de Ríos no serían compatibles con la posición anatómica humana de disparo de un arma de fuego”.
El informe de los expertos de la Policía de la Ciudad tuvo un resultado similar a otros tres que fueron incorporados al expediente: el primero elaborado por la División de Pericias Técnicas de la Superintendencia de Comunicaciones de La Plata; el segundo de la Sección Fotografía Forense y Videofilmación de la Delegación Policía Científica de misma ciudad; y el tercero de la Sección Pericia de Video, dependiente de la División de Pericias Técnicas de la Superintendencia de Comunicaciones de la capital bonaerense.