A través de la empresa Cryopets, un científico estadounidense plantea el congelamiento como método de posteridad. A los animales, ¿le siguen los humanos?
Hace algunas semanas recorrió el mundo la noticia de que un robot había concebido dos bebés a partir de la automatización de la fecundación asistida. Y ante la sorpresa: la normalización. Sin embargo, la nueva noticia que responde a la crónica de un futuro anunciado sigue despertando preguntas y curiosidades, ¿pero hasta cuándo? La realidad es que Kai Micah Mills, fundador de Cryopets y promotor e innovador en la crioconservación, propuso el congelamiento de animales, especialmente mascotas, para su posterior restauración en el futuro.
¿Presente o futuro? ¿Conservación para el futuro o bienestar en el presente? ¿Acaso llegó la hora de combatir el tiempo y la mortalidad?
No obstante la idea no es quitar si no regresar a la vida a los animales. Una tarea hasta el momento sustentada únicamente por la religión católica pero que nadie puede afirmar haber sido partícipe. En este sentido, Micah Mills plantea almacenar restos de animales a través de la criogenia, es decir congelar animales mediante el proceso de cropreservación para que en tiempos posteriores, supuestos avances científicos puedan revivirlos.
Cabe destacar que la idea planteada por un joven de 24 años actualmente tiene como foco los animales pero con el objetivo verdadero de que la humanidad sea la protagonista de los procesos de congelamiento. ¿Será posible?
Cryopets tiene como objetivo principal incorporar un enfoque que elimine la fronteras entre la vida y la muerte, o que esta última no sea irreversible. En este sentido, la startup además de ofrecer el novedoso método, también presenta una red de clínicas veterinarias. Cabe destacar que luego de morir, las mascotas serían trasladadas a una instalación de Utah, Estados Unidos, donde serían colocadas en tanques de metal y esperarían los avances científicos que puedan revivir a los animales.
La empresa de Kai Micah Mills es parte de un programa de incentivos económicos brindados por Peter Thiel, un inversionista estadounidense multimillonario que suele invertir en proyectos que se relacionan con la inteligencia artificial. De esta manera, entregó 100 mil dólares al joven dueño de Cryopets con lo que inició su innovadora startup.