22 noviembre 2024

La Argentina es el país con más docentes que tienen otro trabajo por fuera de la escuela

 El 30% de las maestras argentinas de primaria también da clases en dos o más colegios.

Los sueldos docentes parecen no alcanzar en la Argentina. Los datos muestran que es el país de la región con el mayor porcentaje de maestros que tienen otro trabajo remunerado por fuera de la escuela. El porcentaje de docentes de primaria con otra actividad laboral (14,4%) está muy por encima del promedio regional (8,4%).

Los datos surgen de un nuevo informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Mariano Alu (Universidad de San Andrés), Samanta Bonelli y Martín Nistal (del Observatorio). El documento se basa en la información provista por los cuestionarios complementarios del Cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), llevado a cabo por UNESCO en 2019 en 16 países de América Latina en el nivel primario.

El sector docente en la Argentina tiene varias características distintivas. En primer lugar, es el país con mayor tasa de feminización de la profesión: el 94,6% son maestras mujeres. A nivel regional el porcentaje promedio de mujeres en la docencia es de 74,2%.

A su vez, es el segundo país en el que los docentes trabajan en dos o más escuelas. La cifra alcanza al 30,5% de los maestros de primaria, muy superior al promedio de los países de América Latina (11,4%), y solo superada por Brasil (38,6%). El pluriempleo, se creía, era un problema que azotaba a la secundaria con los llamados “profesores taxi”, que se trasladan de una escuela a otra. Sin embargo, aunque en menor medida, en primaria también existe la problemática.

Es que la mayoría de los docentes de primaria argentinos están contratados por un turno escolar, equivalente a media jornada. “Este factor parece explicar la mayor proporción de docentes argentinos que trabajan en más de una escuela en comparación con sus pares de la región”, asegura el informe. El 41,8% de los docentes argentinos tiene por contrato el equivalente a un turno por semana (22,5 horas), mientras que el 34,9% tiene entre 22,5 y 40 horas. Uno de cada cuatro (23,3%) respondió que el contrato supera las 40 horas por semana.

“El informe muestra que la situación de las y los maestros de primaria en nuestro país es similar al resto de la región en aspectos como la edad, la antigüedad y los años de formación. Sin embargo, hay algunas características de la situación local que llaman la atención, como la cantidad de docentes con contratos de corta duración (posiblemente vinculados a suplencias cortas) o el porcentaje de docentes que trabajan en más de una escuela. Ambos aspectos impactan en la continuidad y la profundización del vínculo de los y las docentes con las situaciones específicas de cada institución educativa”, explicó Mariano Alu, coautor del informe.

La edad promedio de los docentes del nivel primario de nuestro país es 43,9 años, muy cerca del promedio regional (43,1 años). Los docentes locales tienen un promedio de 13,8 años de experiencia, en línea con la antigüedad promedio en la región (15,2 años). Con respecto a los años de formación, el promedio es de 3,3 años, una cifra inferior a la de la mayoría de los países de la región.

En 2008, la Resolución Nº 74 del Consejo Federal de Educación estableció que las carreras de formación docente debían durar un mínimo de 4 años. Por eso, en Argentina los docentes más jóvenes tienen una formación más extensa que sus colegas de mayor edad. Los docentes que tienen entre 22 y 30 años cursaron una carrera de formación de 4 años, mientras que quienes tienen entre 51 y 60 años realizaron un año menos de formación inicial. A nivel regional, el promedio de duración de la carrera es de 3,9 años, por encima de la marca de 3,3 años de Argentina, que irá subiendo con el paso del tiempo.

“Cuánto afecta la dispersión laboral docente a la calidad de su trabajo no puede establecerse con exactitud, ya que en Argentina no se hace evaluación del desempeño docente. Sin embargo, es evidente que trabajar en más de una escuela implica duplicar o triplicar la cantidad de alumnos, familias y equipos docentes con los cuales el docente interactúa, intensificando las demandas profesionales y emocionales de su tarea. Probablemente, aún el docente mejor formado verá afectado su desempeño en escenarios de dispersión laboral”, señala Claudia Romero, profesora e investigadora de la Universidad Torcuato Di Tella.

El 67% de las y los docentes de Argentina son titulares de su cargo. La cifra está por debajo del promedio regional (71,5%), es decir que en nuestro país hay una mayor proporción de docentes suplentes que en el resto de América Latina. El porcentaje de docentes titulares aumenta a medida que crece la antigüedad en la profesión: entre quienes tienen 10 años de experiencia, el 84% es titular de su cargo.

Marina Bertone, docente de primaria, planteó: “Los datos expuestos dejan a la vista varios interrogantes: ¿puede un docente dar una educación de calidad si tiene varios cargos al mismo tiempo? Queda a la vista que los docentes necesitan tener más de un cargo u otro trabajo y eso se debe a las condiciones salariales. En relación directa con esta inquietud está la formación: ¿qué ocurre con la profesionalización de la carrera docente? El tiempo de formación es poco, dejando una gran demanda de capacitación y formación continua que, ante la cantidad de horas de trabajo diario, es imposible llevar a cabo. Creo personalmente que el rol docente necesita fortalecerse para lo que el contexto demanda y este debe ser remunerado de forma tal que los docentes den atención exclusiva a un turno”.