El Gobierno acordó con el Fondo un cambio de metas de acumulación de reservas para 2023. El organismo pidió acelerar la quita de subsidios energéticos.
El Fondo Monetario Internacional oficializó este lunes que acordó con el Gobierno nacional una modificación al esquema de metas del programa, por lo que la perspectiva de acumulación de reservas será menos exigente en lo que resta del año como consecuencia del impacto macroeconómico que tiene para las cuentas públicas la sequía que afecta la producción agropecuaria.
Según informó Economía, la meta trimestral de reservas será reducida en unos US$ 3.000 millones y la anual en unos US$ 2.000 millones. Al tiempo que mantuvo sin cambios la meta de 1,9% del PBI de déficit fiscal para este año, informó el organismo multilateral.
“La gestión macroeconómica prudente en la segunda mitad de 2022 respaldó la estabilidad y ayudó con cierto margen a asegurar los objetivos del programa hasta fines de 2022″, dijo el organismo sobre el año pasado. “Si bien se espera que políticas macroeconómicas más sólidas y esfuerzos para asegurar mejorar la cobertura de reservas y revertir las recientes pérdidas de divisas, se solicita una modificación del objetivo de acumulación de reservas internacionales netas para 2023″, expresó el staff.
La decisión forma parte del acuerdo a nivel técnico alcanzado por las autoridades argentinas y el personal del FMI sobre la cuarta revisión bajo el acuerdo de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en ingles) de 30 meses de Argentina, que deberá ser aprobado por el Directorio Ejecutivo del organismo multilateral en las próximas semanas.
Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a unos US$ 5.300 millones (correspondientes a 4.000 millones de DEG, Derechos Especiales de Giro).
“En un contexto económico más desafiante, particularmente la sequía cada vez más severa, se necesitan acciones de política más sólidas para salvaguardar la estabilidad, abordar el aumento de la inflación y los reveses de políticas, así como mantener el ancla del programa. En este contexto, se solicitan revisiones de los objetivos de reservas para 2023”, señaló el FMI.
Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, jefe de misión para Argentina, destacaron el sobrecumplimiento de las metas fiscales para el 2022, luego de que el déficit fiscal primario alcanzara el 2,3% del PIB (frente a una meta del 2,5%), en particular debido “al continuo sólido control del gasto y las acciones para mejorar la focalización de los subsidios y la asistencia social”.
“Al mismo tiempo, las reservas internacionales netas aumentaron en US$ 5.400 millones (por encima de la meta de US$ 5.000 millones), debido a mejoras en la balanza comercial y un importante apoyo oficial. El PIB real se expandió un 5,4% en 2022 y la inflación anual alcanzó el 94,8% al final del período”, afirmaron los funcionarios del fondo.
De cara al 2023, el acuerdo entre las autoridades argentinas y el staff del Fondo incluye un entendimiento para “una modificación del objetivo de acumulación de reservas internacionales netas” dado el “impacto cada vez más severo de la sequía” y que se solicitó que “la mayor parte de esta acomodación se realice a principios de 2023”.
En cuanto a la política monetaria y cambiaria, el Gobierno se comprometió a mantener una política de tasas de interés en pesos real positiva, que se complementará con una “racionalización de la política cambiaria”.
Por otra parte, el compromiso de no acudir a adelantos transitorios del Banco Central para financiar el déficit por más de 0,6% del PBI en 2023 se complementará con el financiamiento oficial de fuentes multilaterales y bilaterales, incluso mediante la finalización de acuerdos bilaterales con los acreedores restantes del Club de París.