Murió el miércoles cuando cuatro presos lo enfrentaron y lo asesinaron en el Pabellón número 6 de la Unidad Penal N°17 de Urdampilleta.
César Maximiliano Aguilera González, más conocido como “Turrón”, fue degollado a sus 23 años de vida en el pabellón Nº 6 de la Unidad Penitenciaria N° 17 en Urdampilleta. En medio de una violenta pelea a vida o muerte por una disputa por el control del pabellón 6, cuatro reclusos lo mataron propinándole dos puntazos certeros en la región del cuello. El joven delincuente fue trasladado en ambulancia hacia el Hospital de Bolívar, pero producto de las lesiones murió cuando estaban llagando a esta ciudad.
Al ser convocados por las autoridades de la Justicia, los peritos de la Subdelegación de Policía Científica de Olavarría revisaron el cadáver que se encontraba en la morgue del Hospital Capredoni y lograron determinar que presentaba dos certeras heridas de arma blanca en la región del cuello, las cuales le afectaron la vena yugular y que se asegura que le fueron infringidas mediante la utilización de facas.
Quién era “Turrón”, el delincuente asesinado a facazos
Cuando era menor de edad, “Turrón” lideraba una banda delictiva que actuaba en la zona de Lanús Oeste. Al delincuente, cuando tenía 15 años, le adjudicaron varios robos violentos y de participar en al menos cinco homicidios y en el año 2015, Aguilera González se había hecho conocido públicamente, cuando fue detenido por su participación en el crimen del oficial inspector Ezequiel Alifraco (30), quien se desempeñaba en Operaciones Metropolitanas de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
Ese hecho ocurrió el 25 de febrero de aquel año en el cruce de las calles Coronel Sayos y Osorio, en la localidad de Villa Dominico, en el marco de una tentativa de robo, cuando el policía estaba con su mujer y su bebé en su auto Peugeot 308 y fueron sorprendidos por varios delincuentes que le cruzaron un Chevrolet Corsa.
Según las fuentes policiales, Alifraco intentó defenderse pero fue atacado brutalmente a balazos delante de su esposa y su bebé por los ladrones, que le dispararon y huyeron con los dos autos.
La mujer auxilió a su esposo y pidió ayuda a los gritos y los vecinos que escucharon los disparos y observaron la fuga de los ladrones llamaron al 911 y a una ambulancia, con la que el policía fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona, pero debido a la gravedad de las heridas fue derivado al hospital policial Churruca, en el barrio porteño de Parque de los Patricios, donde finalmente murió horas más tarde.
Desde ese momento, “Turrón” comenzó a ser uno de los delincuentes jóvenes más buscados debido a que se estableció que formaba parte de una banda que cometía diferentes hechos delictivos en la zona sur del conurbano.
Tras el ataque al policía, se ocultaba en la zona de Villa Diamante, pero fue capturado el 22 de abril del 2015 por efectivos de la comisaría 5a. de Lanús que habían montado una vigilancia encubierta en el cementerio de ese partido del sur del conurbano, ante la sospecha de que pudiera ir a despedir los restos de su abuela recién fallecida.
Según los investigadores, el chico intentó despistar a los policías que lo buscaban, al disfrazarse de sepulturero y portar una pala para que no lo reconozcan, pero finalmente fue detenido y puesto a disposición de la Justicia.
Las intervenciones telefónicas por el homicidio revelaron una larga lista de delitos: más asaltos y al menos cinco homicidios. Esas charlas confirmaron que el papá de Aguilera le daba consejos sobre cómo planificar sus golpes y hasta se encargaba de conseguirle cómplices. El joven permaneció internado en un instituto de menores y finalmente recibió una condena por ese crimen y otros hechos que se le imputaron.
Condena para Turrón y sus padres
Por el crimen que lo llevó al penal, sus padres también terminaron detenidos por integrar la banda delictiva. En julio de 2017, Jésica “La Rubia” González y César Gustavo “Papilo” Aguilera, padres de “Turrón”, fueron condenados a siete y nueve años de cárcel. Los jueces del Tribunal Oral N° 3 de Lomas de Zamora consideraron que ambos incentivaban a su hijo a robar y lo ayudaban a escapar de la Policía.
En 2019, un tribunal oral de Lomas de Zamora condenó por el crimen del policía a “Turrón” Aguilera, en juicio abreviado, a 10 años y 8 meses de prisión. A partir de esta pena, y desde el 12 de diciembre de 2022 hasta este miércoles, cumplía en la Unidad Penal N°17 de máxima seguridad, una condena unificada de 13 años de cárcel por “homicidio agravado”, que finalizaba el 29 de noviembre de 2030. Antes, había estado alojado en la Unidad Penitenciaria 30 de General Alvear y en la unidad 4 de Bahía Blanca, en todos los casos en los sectores donde se concentra a los delincuentes más conflictivos, dijeron las fuentes.
Fuente: La Mañana de Bolívar.