Gallinas, caballos y vacas han sido víctimas del insecto conocido como escarabajo de la alfalfa. Su ingesta puede ser letal. Inta Balcarce advirtió a los productores. La sequía favorece la presencia de esta plaga.
El Servicio de Diagnóstico Veterinario del la EEA del INTA Balcarce emitió una alerta tras corroborar que la muerte de un lote de animales en General Villegas, puede haber sido causada por un insecto que consumieron en la ingesta de alfalfa.
En General Villegas se dio el primer caso con la muerte de un lote de vaquillonas encerradas; ante la preocupación de los productores, profesionales del INTA se acercaron a la zona y pudieron corroborar alta presencia del escarabajo siete de oro en la “alfalfa fresca recién cortada” que se les suministraba a los bovinos.
Los primeros cuadros identificados mostraron un decaimiento general en el animal, seguido de síntomas gastrointestinales como diarrea, y todos murieron entre los 2 y 6 días de comenzado el cuadro. Los especialistas pudieron identificar signos de necrosis en el tracto gastrointestinal de los animales, tras realizar las necropsias en los animales.
Llamó la atención que esta especie de cascarudos que recuerdan a la tradicionales vaquitas de San Antonio, cuya denominación científica es Astylus atromaculatus, se encuentre en la alfalfa en flor ya que es un insecto que originalmente suele estar en campos de maíz.
Otra consecuencia de la sequía
El Ingeniero Agrónomo Pablo Ojea, en diálogo con LaNoticia1.com explicó cómo la sequía influye en este tipo de situaciones en las que, al modificarse las condiciones del hábitat natural de las especies y alterarse su equilibrio, algunas de ellas pueden transformarse en una verdadera amenaza.
En este caso, la sequía que hace meses azota a la provincia de Buenos Aires, fue la que llevó al insecto que “se alimenta principalmente del polen pero en este contexto —que es inédito— faltan muchos insectos en la cadena”, a migrar en busca de alimento.
“Si uno hace un paneo, a simple vista, por distintas zonas productivas hay menos superficies de maíz, menos superficie de sorgo, menos superficie de gramíneas, incluso de arroz que son particularmente los cultivos del animal que buscan polen en la flor o en alguna maleza de tipo gramínea”, explicó el profesional, señalando las consecuencias de la ruptura del ecosistema.
Ojea destacó dos causas principales de la intoxicación. La primera se explica por la cantidad de ingesta de los insectos por parte de bovinos y equinos y la lentitud en los procesos digestivos; y la segunda directamente relacinada con la primera que es la velocidad de apareamiento diario de esta especie que "cuenta con la situación propicia de ir a buscar el polen para alimentarse mientras se reproduce de manera exponencial".
