La justicia investiga las circunstancias en las que se produjo el incidente y el origen del elemento que, versiones indican podría tratarse de un proyectil de mortero.
La mañana del lunes, apenas pasadas las 9, en una quinta ubicada en un terreno aledaño a los galpones del ferrocarril, sobre la Ruta Nacional 7 conocida como “vieja”, Javier Pedro Albornoz, de 57 años, habría intentado abrir el proyectil con una moladora cuando se produjo la detonación.
En minutos comenzaron a llegar vecinos que al ver el cuadro y la gravedad de las lesiones, comenzaron a convocar a los socorristas del lugar. Así fueron llegando personal policial, servicio de emergencias médicas y de Bomberos, siendo los primeros quienes procedieron a cercar el lugar e impedir que curiosos se acerquen al tiempo que personal sanitario procedía a trasladar a Albornoz al Hospital.
Mientras intentaban salvar la vida del vediense que presentaba graves quemaduras e inclusive la amputación de algunos de sus miembros, tomaba intervención la fiscalía de turno del Departamento Judicial Junín. El cuadro de Albornoz era desesperante y finalmente a las 2 de la madrugada de hoy, falleció como consecuencia fundamentalmente de quemaduras gravísimas.
Por su parte, el personal de seguridad había ya determinado las circunstancias en las que se registró la detonación y el elemento que la había provocado.
Además, hallaron otro artefacto explosivo que se ocupó de hacerlo detonar el personal del Cuerpo de Bomberos.
De acuerdo a testimonios recogidos entre vecinos, si bien se trata de una versión no confirmada oficialmente, Albornoz habría encontrado las bombas mortero (al menos tres) en la Laguna Mar Chiquita y las había trasladado al galpón en el que finalmente se produjo la tragedia.
Los restos del conocido y estimado vecino, fueron velados en la Sala 2 de Casa Giorgi y sepultados ayer a las 18 horas en el cementerio de esa localidad. Ahora, la investigación judicial deberá establecer el origen de los explosivos, las circunstancias en las que llegaron a esa quinta y si efectivamente, como señalan, el uso de la moladora habría actuado como detonante.