22 noviembre 2024

El combo que acerca a los jóvenes a las enfermedades sexuales

Preocupa el aumento de las enfermedades e infecciones de transmisión sexual en adolescentes. El foco está puesto en evitar embarazos dejando de lado cuidados básicos a la hora de tener relaciones sexuales.

En los últimos meses se observa un aumento sostenido de infecciones de transmisión sexual (ITS) en adolescentes. Las cifras que registran los profesionales en los consultorios dan cuenta de una problemática que crece con el correr de los años. El uso del preservativo quedó relegado y el riesgo aumenta.

Más allá de la posibilidad de evitar embarazos no deseados, el uso de métodos anticonceptivos (como el preservativo o campo de látex) ayudan a prevenir infecciones de transmisión sexual que, en muchos casos, son asintomáticas, se contagian de una persona a otra usualmente durante el sexo vaginal, anal u oral y solamente se detectan cuando el o la adolescente acude a un control ginecológico.

A nivel mundial hay una tendencia en ascenso de las ITS más frecuentes como sífilis, gonorrea, chlamydia trachomatis, tricomoniasis, herpes simplex y el virus del papiloma humano (VPH) mientras que otras como el VIH y las hepatitis por virus B y C se mantienen estables o en descenso.

"En el caso de los adolescentes la situación es más grave ya que hay un alejamiento del sistema de salud ya que son comunidades que se autoperciben sanas".

En ocasiones, a la hora de tener relaciones sexuales, los adolescentes sólo piensan en evitar el embarazo y restan importancia a las enfermedades e infecciones que se transmiten a través del acto sexual. Algunos jóvenes no oyeron hablar nunca del HIV y otros manifiestan que “esa enfermedad ya no existe” generando un estado de situación óptimo para la proliferación de infecciones y enfermedades pero también alarmas en distintos ámbitos debido a la carencia de información referida a la Educación Sexual Integral (ESI).

Cifras que generan alarma

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) calcula que 4,6 millones de personas tienen sífilis en la región. En 2020, los países de América informaron un total de 29.147 casos de sífilis congénita y las cifras preliminares para 2021 indican más de 30.000 casos de esta infección trasmitida de la madre al niño.

Las cifras oficiales sobre la incidencia de las enfermedades e infecciones de transmisión sexual en Argentina son del 2019 y dan cuenta de una triplicación de la tasa que se registra haciendo especial hincapié en sífilis que va a la cabeza en contagio y transmisión en nuestro país. Desde 2010 la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional creció de modo sostenido marcando un pico en 2019 con 56,12 personas infectadas por cada 100.000 habitantes para ambos sexos en todo el país.

SE TRIPLICÓ LA TASA DE SÍFILIS EN ARGENTINA

Dichas cifras evidencian un mayor porcentaje de mujeres afectadas por diversas enfermedades o infecciones de índole sexual pero necesariamente brinda un panorama completo ya que muchos hombres son portadores sintomáticos o asintomáticos que registran cifras de incidencia menores porque no acuden a las consultas y sus diagnósticos no se producen. El riesgo en esos casos, es la existencia de una población que posee la enfermedad o infección, contagia, desconoce su existencia y no recibe el tratamiento adecuado.

"Hay un subdiagnóstico que se genera porque muchas de estas enfermedades o infecciones son asintomáticas y solamente se detectan en una consulta ginecológica. En el caso de las mujeres es más sencillo la detección porque son más adeptas a los controles anuales", explicó Valentina Albornoz, tocoginecóloga y jefa del Programa de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes de Mendoza y agregó: "En el caso de los adolescentes la situación es más grave ya que hay un alejamiento del sistema de salud ya que son comunidades que se autoperciben sanas".

Este tipo de enfermedades o infecciones de transmisión sexual afectan de manera variable a las personas y en muchos casos, pasan años hasta que se evidencian síntomas o consecuencias graves para el organismo. Enfermedades como la gonorrea, clamidia y micoplasma pueden producir infertilidad en las mujeres mientras que la sífilis puede pasar a estadios de mayor dificultad de tratamiento dejando secuelas a nivel neurológico. En el caso del virus del papiloma humano (VPH) también es una infección que se contagia y produce verrugas que pueden ampliarse a una neoplasia produciendo cáncer.

En ese sentido, la titular de Salud Reproductiva destaca la importancia de la prevención y asegura: "Hay una subestimación respecto a las infecciones de transmisión sexual y se piensa que lo único que hay que evitar es el embarazo, la única manera de prevenir es el uso del preservativo y el campo de látex".

El aumento de infecciones se evidencia en los consultorios

"Notamos un incremento en las infecciones de transmisión sexual en la población joven que acude a las consultas y son diagnosticadas. Las que más observamos son hpv, herpes, clamidia, trichomona y sífilis, aunque en menor medida", explicó la ginecóloga Graciela Diaz Guitart.

Los métodos anticonceptivos más utilizados por las adolescentes son las pastillas anticonceptivas y los implantes subdérmicos que, si bien son efectivos para evitar embarazos no deseados, no sirven como barrera para las infecciones de transmisión sexual. "Siempre debemos recordar que el único método anticonceptivo que protege de infecciones de transmisión sexual es el preservativo; y recalcar que las ITS se contagian incluso durante el sexo oral, de ahí la importancia del uso de preservativo para el sexo oral en penes y el campo de látex para el sexo oral en vulva o ano", agregó Díaz Guitart.

En ese sentido, la profesional manifestó que "aunque estés usando algún método anticonceptivo hormonal, el Diu, la ligadura de trompas o vasectomía siempre es importante acompañarlo con el uso de preservativo o campo de látex para prevenir infecciones".

La falta de información existente sobre los riesgos de mantener relaciones sexuales sin la protección adecuada sumado a la escasa frecuencia en los controles ginecológicos generan un estado de situación óptimo para la proliferación y aumento de este tipo de enfermedades e infecciones.