La Corporación Vitivinícola Argentina pidió la redacción de un nuevo proyecto que haga foco en "la prevención y la educación".
El sector vitivinícola expresó su rechazo al proyecto de ley de alcoholemia cero al volante, que esta semana buscará ingresar al temario de la Cámara de Diputados, al asegurar que atenta contra la industria, el turismo y la gastronomía.
A través de un comunicado, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) remarcó que, en caso de aprobarse, Argentina sería el primer país productor de vino en tener esta ley.
Por tal motivo, la entidad se manifestó "en favor del diálogo y la búsqueda de consensos", y pidió por "una reforma superadora" de la actual Ley de Tránsito a nivel nacional pero que haga foco en "la prevención y la educación".
La iniciativa que se debatirá en el plenario de comisiones de la cámara baja la semana próxima "sólo baja de 0,5 a 0 el límite de alcohol en sangre permitido para conducir" en todo el país, criticó Coviar.
El alcohol cero al volante tendrá un "fuerte impacto sobre los hábitos culturales de los argentinos, su salud", sostuvo.
"Atenta no solo contra la industria vitivinícola sino también contra el sector gastronómico y el enoturismo de una actividad productiva hoy presente en 18 provincias argentinas", manifestó.
En una justificación más de su postura, la institución recordó que en 2013 la Argentina fue el primer país del mundo en declarar al vino como su Bebida Nacional, en reconocimiento al valor cultural del mismo y su rol en la identidad nacional.
"Sería absurdo que un país grande, vitivinícola por producción y consumo como Argentina, avance con una ley de estas características", afirmó el presidente de Coviar, José Alberto Zuccardi.
El Ejecutivo pidió "habilitar nuevos enfoques fuera del reclamo estrictamente sectorial, que vayan más allá del límite de tolerancia cero que en sí mismo no soluciona el problema y aborden integralmente dicha problemática haciendo foco en la prevención y en la educación".