Luis Miguel “Tomy” Galeano está acusado por la UFID N°15 de Bolívar de extorsionar junto a Fernando Esperon Listorti a Juan Carlos Woldryk, el peón rural desaparecido el 30 de marzo de este año de un campo de Bolívar.
Galeano está preso en la Unidad Penitenciaria de San Nicolás cumpliendo una condena de nueve años de prisión acusado de homicidio en ocasión de robo.
Galeano se encontraba participando de una pelea con otros reclusos y recibió al menos una apuñalada en el abdomen que le lesionó el hígado por lo que tuvo que ser trasladado desde la Unidad Penitencia N° 3 hasta el Hospital San Felipe, lugar en donde le realizaron las atenciones de rigor y en donde se encuentra internado bajo la custodia de personal del Servicio Penitenciario Bonaerense, hasta que reciba el alta y vuelva a ser alojado en el penal.
En el transcurso de la investigación por la desaparición de Juan Carlos Woldryk, la fiscal Julia María Sebastián acreditó que Galeno y Esperon Listorti habían extorsionado al joven desaparecido del establecimiento “El Rincón” desde la Unidad Penitenciaria N°30 de San Nicolás, lugar en donde ambos reclusos se encuentran alojados y desde donde se hicieron pasar por funcionarios policiales y judiciales para exigirle a Woldryk una suma de dinero a cambio de no enfrentar una causa penal, usando la excusa de que había estado chateando con una menor de edad y que lo habían denunciado por las imágenes íntimas que él había enviado a la presunta menor de edad.
Los dos presos fueron procesados por el juez de garantías Dr., Carlos Eduardo Villamarín por los delitos de asociación ilícita y extorsión. A principios de agosto los hombres fueron indagados nuevamente por la fiscal Sebastián porque se les amplió la imputación y se modificó el hecho incluyéndose una tercera participante dentro de la asociación que tenían para cometer delitos. Se trata de una mujer de apellido Mansilla que vive en la ciudad de 9 de Julio y es quién recibió la primera transferencia de dinero que realizó Woldryk el día 26 de marzo.
Juan Carlos Woldryk desde que comenzaron las extorsiones realizó al menos dos transferencias a los reclusos y cuando le exigieron nuevamente que debía depositar dinero se ausentó de su lugar de trabajo y desde ese día, el 30 de marzo, se lo busca intensamente, pero aún sin resultados.
Fuente: La Mañana de Bolívar.
