La ministra de Salud dijo que eso es clave para frenar el contagio de la enfermedad, que suma 37 casos en la Argentina.
Los casos de viruela del mono en la Argentina suman 37 y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dijo este jueves que para frenar el contagio es clave “evitar el contacto físico con personas diagnosticadas o con lesiones cutáneas de origen desconocido”, así como “consultar en caso de que se presente una en el cuerpo por más mínima que sea”.
Las declaraciones de Vizzotti se dieron en el marco de una reunión con la Red Argentina de Periodismo Científico (RAdPC).
Durante el encuentro, la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte, explicó que en Argentina se diagnosticaron a la fecha 37 casos de viruela símica, de los cuales el 98,9% son varones jóvenes y la mayoría reportó haber tenido sexo con hombres.
“Es importante entender que el contagio se produce a través del contacto físico con una persona infectada, no tiene que ver la orientación sexual o la identidad de género y esto es muy importante porque si no aquellas personas que no son hombres que tienen sexo con hombres van a pensar que no se pueden contagiar y esto no es así”, sostuvo Vizzotti.
Si bien el preservativo no genera una barrera de protección absoluta frente a la viruela símica porque se puede tener contacto con lesiones de la piel durante la relación sexual, la ministra enfatizó que “es una oportunidad para remarcar la importancia de su uso para prevenir el contagio de las enfermedades de transmisión sexual cono VIH y sífilis”.
Un eje clave del encuentro fue remarcar que la presentación clínica de la enfermedad, es decir los síntomas que aparecen, “no tienen nada que ver con la foto de cuerpos llenos de vesículas; lo que estamos viendo son pocas lesiones, en muchos casos localizadas en la zona genital o alrededor del ano pero también en otras partes del cuerpo”, aseguró Vizzotti.
En caso de sospecha o diagnóstico la persona tiene que aislarse hasta que se caen las costras de las lesiones ya que el período de contagio va desde el comienzo de los síntomas hasta ese momento; mientras que la incubación (período entre el contacto y la aparición de las lesiones) va desde los 4 a los 21 días.
Tras haber vivido la experiencia de la pandemia por coronavirus, la ministra remarcó la importancia de “quitarle la connotación que tiene actualmente el aislamiento; cualquier persona con varicela, paperas u otra enfermedad se tiene que aislar para no contagiar”.
“Esto no implica en absoluto que haya que hacer cuarentena, ni se piense en un aislamiento social obligatorio o se vayan a restringir los viajes; hay un abismo de diferencia”, detalló.
En este contexto, Rearte recordó que los convivientes con una persona con diagnóstico de viruela símica deben evitar mantener relaciones sexuales de cualquier tipo con la persona infectada, también caricias, besos y abrazos hasta que las costras se hayan caído y no compartir vasos, ropa, sábanas, toallas o cubiertos.
E indicaron que, de los casos que se dieron en Argentina, “las personas convivientes que siguieron estos protocolos no se infectaron”.
“Es importante poner el foco en el comportamiento y no en la población diagnosticada. Lo que sabemos hoy es que es el contacto piel con piel, no importa qué orientación sexual tengas”, expresó por su parte Daniel Coso, activista de 100% Diversidad y Derechos, también presente en el encuentro.