Comenzó el 37º viaje apostólico del Papa Francisco, para continuar el "camino de sanación y reconciliación" de los pueblos indígenas con la Iglesia de Canadá.
A las 9:16 (hora de Italia, 4.16 de Argentina) de este domingo, a bordo del Airbus A330 de Ita Airways que despegó desde el Aeropuerto Internacional Fiumicino, de Roma, el Papa Francisco comenzó su viaje apostólico a Canadá, que es el número 37 de su pontificado.
Es el segundo Pontífice que visita Canadá después de San Juan Pablo II. En el avión lo acompañan unos ochenta periodistas.
Se trata de una visita muy deseada "en cuyo centro estará el abrazo con los pueblos indígenas y la Iglesia local", explicó a la prensa el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin. Los seis días que Francisco pasará en Canadá, del 24 al 29 de julio (el regreso a Italia está previsto para la madrugada del día 30), serán una "peregrinación penitencial", como él mismo dijo en el mismo Papa dijo en el ángelus del domingo pasado.
Francisco efectúa esta visita "en nombre de Jesús", quiere "encontrar y abrazar a los pueblos indígenas", para manifestar su cercanía concreta en ese "camino de sanación y reconciliación" emprendido por la Iglesia católica porque "muchos cristianos, incluidos algunos miembros de institutos religiosos, han contribuido a las políticas de asimilación cultural que, en el pasado, han perjudicado gravemente a las comunidades indígenas de diversas maneras". Por dicho motivo, las palabras clave de este viaje canadiense son: cercanía, perdón, reconciliación, fraternidad, esperanza, señaló Parolin a la prensa.
La agenda del Papa en Canadá
Francisco llegará hoy al aeropuerto de Edmonton después de un vuelo de 10 horas y media y está previsto que a su llegada sea recibido por la gobernadora general Mary Simon, la primera indígena en ocupar este cargo, y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. Después descansará toda la jornada como hizo Juan Pablo II cuando llegó a Strawberry Island, en Ontario, hace 20 años.
El día siguiente se trasladará a Maskwacis, donde surgió uno de estas grandes internados y tras rezar en uno de los cementerios será recibido por los ancianos de los pueblos originarios y pronunciará el primero de sus nueve discursos, que hará en español.
También visitará la Iglesia del Sagrado Corazón de los Primeros Pueblos donde se dirigirá a los pueblos originarios, que representan aproximadamente 1,7 millones de personas, un 5 % de los 38,8 millones de habitantes de Canadá.
El 26 de julio, la fiesta de Santa Ana, celebrará misa en el estadio de la Commonwealth, y por la tarde presidirá una oración en el Lago Santa Anna, el más grande de la provincia de Alberta, un lugar de gran espiritualidad para los pueblos aborígenes y donde se fundó una misión que estableció una importante relación entre los indígenas y el catolicismo.
Posteriormente, se trasladará a Quebec para reunirse con las autoridades y donde celebrará misa en el Santuario Nacional de Sainte-Anne-De-Beaupré y presidirá las vigilia en la basílica de Notre-Dame para los católicos de este país que son cerca del 44 por ciento.
El último día, Francisco afrontará el viaje más lejano que ha realizado un pontífice: A Iqaluit, que en lengua inuktitut, significa lugar de muchos peces, ubicada a unos 300 kilómetros al sur del Círculo Polar Ártico, y hogar de la comunidad inuit más grande de Canadá, unas 4.000 personas, mientras que viven cerca 8.000 habitantes en total.
Allí, en la escuela primaria Nakasuk, Francisco mantendrá un encuentro privado con exalumnos de los internados y por la tarde también se reunirá con los jóvenes indígenas en el patio de este colegio.
Con información de Vatican News, EFE y Télam