El ministro de Educación de la Nación se refirió a los problemas educativos que afronta el país, a la falta de gas en las escuelas y a lo que dejó la pandemia.
En un contexto de precariedad edilicia, falta de recursos y sobre todo de políticas públicas que garanticen la educación para todo el territorio argentino, el propio ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk reconoció la grave situación que atraviesa el área.
“Tenemos una crisis en la educación, eso no lo negamos, y tenemos que mejorar la infraestructura, invertir más para mejorar la oferta y mejorar la calidad educativa”, sostuvo el funcionario.
En el marco del anuncio de la creación de dos nuevas carreras universitarias para las fuerzas de seguridad federales, junto con el presidente Alberto Fernández y su par de Seguridad, Aníbal Fernández, el ministro reconoció los problemas edilicios en escuelas de todas las provincias, incluida la de Buenos Aires que gobierna Axel Kicillof, y que ante la ola de frío tuvo que suspender las clases por no contar con estufas.
En representación del Gobierno nacional, Perczyk dijo que, se está trabajando con todas las provincias en “mejorar la infraestructura, para lo que hay que invertir más para mejorar la oferta y mejorar la calidad educativa. Es evidente que esto, suspender las clases por el frío, no le puede pasar a ninguna escuela ni a ningún chico, pero pasa”, admitió.
En ese sentido, el ministro justificó la crisis en el sistema educativo en la herencia recibida del anterior gobierno de Cambiemos: “Venimos de 4 años muy difíciles de ajuste”, recordó. Y agregó que a eso “se agregaron dos años de pandemia en medio de dificultades económicas”.
Ante la consulta sobre una posible solución, el titular de la cartera educativa, insistió en que “hay que invertir más, mejor y cotidianamente, lo mismo que pasa en cualquier edificio, más en los edificios públicos, tenemos que lograr que la inversión del Estado sea constante y preventiva”, para garantizar el mantenimiento de las escuelas públicas.
En cuanto al informe dado a conocer semanas atrás, por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que indica que tras la suspensión de clases por la pandemia, hay miles de chicos y chicas de escuelas públicas primarias que no saben leer ni escribir y tienen problemas para resolver problemas básicos de matemáticas, el ministro de Educación, dijo que “eso no solo pasa en Argentina sino en el mundo”.
“Hay chicos que no saben leer ni escribir pero eso pasa en todo el país y en América Latina también”, se excusó Perczyk, y recordó que 15 días atrás, de ese tema dialogaron ministros de toda América Latina, que “plantearon que casi 500 millones de chicos en los dos últimos años de pandemia no aprendieron a leer y a escribir” en la región.
Ante tremenda declaración, que sonó más a excusa por su inacción en más de dos años al frente del área de educación, aclaró que “esa es una respuesta teórica, pero la concreta es que como Gobierno somos responsables de nuestros chicos y tenemos que recuperar a los chicos que habían perdido asistencia porque no tenían conexión” de internet.
Además, el Gobierno reconoce que en ese marco “los alumnos más pobres son los más perjudicados y eso lo tenemos que reparar”.