El proyecto se firmó en las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto; propone instrumentar el modelo de Córdoba.
En abierto desafío al oficialismo y al Poder Ejecutivo, la mayoría de los bloques de oposición de la Cámara de Diputados acordaron esta tarde un dictamen de mayoría para aplicar la boleta única de papel como instrumento de votación a partir de las próximas elecciones. La reacción del Frente de Todos, que rechaza la iniciativa, fue de indignación: acusó a los opositores de “irresponsables” y de pretender “obstaculizar” la gestión del gobierno.
El dictamen, que se rubricó en las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, reunió 58 firmas de los diputados de Juntos por el Cambio y del interbloque Federal. Por contrapartida, el oficialismo y sus aliados suscribieron un dictamen de rechazo con 57 firmas. La intención de la oposición es llevar esta iniciativa al recinto la semana próxima.
En líneas generales, el proyecto propone aplicar el modelo de boleta única de Córdoba, con lo que se concentraría, en la misma papeleta, toda la oferta electoral a nivel nacional (presidente y vice, diputados y senadores nacionales). Se acordó, además, que este instrumento de votación también se instrumente en las elecciones primarias pese a la complejidad que esto implica por la cantidad de listas que suele presentarse en esta instancia.
La diputada Silvia Lospennato, de Juntos por el Cambio, exaltó el trabajo conjunto de los distintos bloques opositores plasmado en el dictamen. “Este proyecto es un ejemplo de lo que nos pide la ciudadanía: ponernos de acuerdo en torno a objetivos comunes –enfatizó-. Si bien el actual sistema de boletas partidarias funciona, a lo largo de los años fue incorporando vicios que la boleta única ayudará a corregir. No significará una solución definitiva a los problemas del sistema electoral, no aportará soluciones mágicas, no hará desaparecer el clientelismo político, el vicio más grande, pero sí disminuirá y mucho el peso de los aparatos partidarios, por lo que el ciudadano perderá su condición de rehén.”
Desde el interbloque Federal, su presidente Alejandro “Topo” Rodríguez desafió la posibilidad de que el Poder Ejecutivo vete la iniciativa, si llegase a convertirse en ley. “Por primera vez el presidente y la vice coincidieron públicamente en impugnar con todas las letras boleta única. Este es un hecho significativo: hacía tiempo que esto no sucedía. Incurrieron en una descalificación alevosa: el ministro del Interior nos mandó a decir, por medio de una funcionaria (Patricia Fernández Blanco, secretaria de Asuntos Políticos), que estábamos trabajando en soluciones mágicas a problemas inexistentes.
Después dijeron que no tiene sentido discutir porque el Gobierno la va a vetar. Nosotros vamos a seguir trabajando sin entrar en provocación ni conflicto para que este proyecto se apruebe, sea ley y no se vete”, sostuvo.
El oficialismo reaccionó con fuertes diatribas contra el proyecto y la oposición. Una de las voces más vehementes fue la de la kirchnerista Paula Penacca, quien calificó de “irresponsable” a los diputados firmantes del dictamen. “Que hoy todos los bloques opositores firmen juntos este dictamen no nos asombra: demuestra, una vez más, que se juntan solo con el ánimo de obstaculizar imponer un sistema nuevo a tan pocos meses de la próxima elección. ¿Pero, a quién se le ocurre?”, asestó.
E ironizó: “Si este sistema es tan bueno y superador, ¿por qué en la Capital, donde PRO gobierna hace casi 15 años, nunca más instrumentaron este sistema para llevar a delante sus elecciones después de 2018? ¿Por qué no se juntan para debatir las otras leyes que están pendientes y que sí mejoran la vida de la gente?”, exclamó.
A esta ley le pondría “Ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad”, el mismo nombre que eligió el FdT para las PASO en el año 2009. Perdamos el miedo a empoderar al elector como lo empoderamos en aquella oportunidad”.