Su hijo intentó comprar un celular por Internet y terminó estafado.
El celular se ofrecía en la red social Instagram a través de una supuesta cuenta de Uala. Un joven, compró el pasado jueves 5 un teléfono celular a través de la red por el que transfirió $10.000, en concepto de seña. Después, el supuesto vendedor, lo contactó vía telefónica desde el número 011-5326-5817 diciéndole que había tenido un problema con la transferencia y le pidió un número de Cuenta Bancaria Única (CBU) para transferirle el dinero de la seña, por lo cual el joven le brindó los datos de la cuenta de su padre, Román Keilis.
Como la supuesta transferencia es simulada no se produce ningún ingreso de dinero en la cuenta de la víctima, ante el reclamo del comprador, el estafador lo vuelve a llamar por teléfono para darle nuevas indicaciones, manifestándole que habría un inconveniente con la cuenta, y con argumentos vagos le solicita que le envíe también número de clave Home Banking, clave Token con el pretexto de transferirle nuevamente el dinero.
Román contó a este medio que además de sustraerle el medio millón de pesos que tenía en la cuenta, le generaron en el banco un adelanto del sueldo por $ 50.000. Esta operación también la realizaron el día jueves y el titular de la cuenta denunció el viernes 6, momento en que intentó ingresar a su cuenta por el celular y no pudo hacerlo porque el sistema le indicaba que la cuenta había sido bloqueada. Cuando fue a verificar los movimientos de la cuenta al banco, se dio cuenta que se la habían vaciado, razón por la cual el titular de la cuenta inmediatamente denunció en el banco y todas las cuentas y las tarjetas que tenía a su nombre fueron cerradas y por eso los estafadores en este caso no pudieron obtener el dinero del adelanto que suele estar disponible para el titular con solo confirmarlo ingresando la clave de Home Banking,
Una vez que la víctima cae en el engaño, los delincuentes diluyen el depósito bancario, lo ramifican haciendo varias transferencias a otras cuentas lo que hace casi imposible recuperar el dinero. Los estafadores realizan varias transferencias en pocos minutos, cada cuenta se queda con un porcentaje y como las sumas de dinero que se redistribuyen no son elevadas, el sistema bancario no bloquea las cuentas.
El saldo de la estafa es que la víctima irremediablemente pierde el dinero y además el banco no se responsabiliza de la pérdida porque la operación la hace el propio cliente.
Román Keilis radicó la denuncia en la sede de la Sub Delegación de Investigaciones de Bolívar y desde allí se están haciendo las investigaciones para dar con los autores del ilícito.