Lo dispuso por decreto el Consejo General de Educación de la provincia.
El objetivo de la polémica medida es “garantizar los derechos” de los alumnos de ser evaluados desde una “mirada integral, flexibilizada y con centralidad en la enseñanza”.
Si un estudiante del nivel secundario no alcanza el 6, los colegios secundarios deberán asegurar acciones de “acompañamiento pedagógico y de complementación”, informaron desde el CGE.
“La medida viene a ampliar la normativa vigente en referencia a la calificación, no a modificarla. Se sigue sosteniendo la calificación numérica del cuatro al diez, con una intención de evitar el impacto negativo que puede tener la calificación del uno al tres”, justificó ayer la medida Natalia Garnier, directora de Educación Secundaria del CGE, durante una conferencia de prensa.
Por esto, se mantiene la aprobación entre 6 y 10 y la “no aprobación” entre 1 y 5. Aunque la calificación del primer trimestre estará comprendida entre 4 y 10, debido al “impacto subjetivo” que tienen las notas 1, 2 y 3.