Hace dos años, el H. Concejo Deliberante de nuestra ciudad, dio aprobación al proyecto del Departamento Ejecutivo Municipal para efectuar el cerramiento del Parque General San Martín, a fin de lograr con esta medida evitar el ingreso de motocicletas y el riesgo que la circulación de las mismas imponían para quienes desarrollan actividades físicas en el paseo público,lo que quedó establecido en la Ordenanza 6272.
La instancia logró solucionar el problema; pero generó otros relacionados con la lamentable reducción del espacio público más bello y amplio de la ciudad solamente a la actividad de caminata o running, complicando incluso el uso de fogones para el asado familiar –ya que los elementos para compartir un grato momento deben trasladarse no menos de 400 metros hasta estas zonas-, y hasta incluso el traslado de elementos para practicar pesca deportiva.
Más allá de estas cuestiones, en la que no surgen soluciones mágicas más allá de las de “abrir” el Parque en determinados días y horarios; hay otra instancia que merece ser revisada de inmediato para que nuestra comunidad sea verdaderamente inclusiva y abarcativa de todos los ciudadanos.
No debe dejar de observarse que en las condiciones actuales ya descriptas, las personas que poseen discapacidades motoras o dificultades para movilizarse no solamente quedan excluidas de las actividades mencionadas anteriormente, sino también de un simple paseo en auto.
¿Cómo explicamos, por caso, el hecho de que una persona mayor, que si bien puede movilizarse por sus propios medios, sin necesidad de silla de ruedas, pero que no puede recorrer una distancia demasiado larga; no tenga la posibilidad de recorrer el lugar que conoció desde pequeña, donde seguramente compartió gratos momentos con su familia, acompañada de sus familiares a bordo de un auto?
Semana tras semana, en las sesiones del H. Concejo Deliberante, el Orden del Día incluye largos y tediosos expedientes administrativos y hasta proyectos de adhesión o repudio a medidas, decisiones y hasta expresiones de funcionarios nacionales y provinciales que generan largos e inconducentes debates que no deben ser de interés ni siquiera de los protagonistas del mismo, sin percibir que no solo esto no es de interés de los vecinos, sino que además no le modifica en nada su vida.
¿No podría debatirse en este ámbito, que representa a todas y cada una de las opiniones e ideologías que conviven en la comunidad un sistema para que, por caso, los domingos, en un determinado horario, se habilite el ingreso vehicular al Parque General San Martín para cubrir las necesidades, y fundamentalmente derechos de estas personas?
Más aún si tenemos en cuenta que en el artículo Artículo 5 de la referida Ordenanza (que tiene ya dos años), se establecía lo siguiente: “Personas con movilidad reducida: La autoridad de aplicación mediante decreto reglamentario deberá establecer las condiciones necesarias de accesibilidad para garantizar el ingreso a las personas con movilidad reducida”.
Un par de horas con los debidos controles policiales y de personal de tránsito en el pórtico de ingreso serían suficientes, agregando solamente a ello la notificación a quienes realizan actividades aeróbicas o deportivas que se abstengan de hacerlo en ese momento. No más que eso, porque, recordemos, el resto del predio se encuentra vallado.
Un simple debate, un simple consenso y la solidaridad y empatía de todos podría hacer valer un derecho de muchos vecinos, el de disfrutar de un espacio público.