La “guerra” contra la inflación comenzó sin medidas concretas, a excepción del pan, y con el anuncio de una convocatoria a empresarios, sindicalistas y dirigentes sociales para alcanzar un acuerdo de precios y salarios que permitan frenar la espiral inflacionaria.
En su presentación, el presidente Alberto Fernández ató la suerte de programa económico a los efectos del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer se aprobó en el Congreso.
“Confiamos en encontrar acuerdos que ayuden a bajar la inflación y a garantizar el aumento del poder adquisitivo de los salarios. No vamos a dejar de controlar y fiscalizar precios, aplicar la ley de abastecimiento si es necesario y utilizar todos los instrumentos con los que cuenta el estado para cumplir con el objetivo de controlar los precios”, sostuvo el jefe del Estado.
En un discurso grabado desde la quinta presidencial de Olivos y que duró 18 minutos, Fernández anticipó que convocará “desde este lunes a los representantes de los sectores productivos, empresarios, trabajadores formales y de la economía popular, representantes del campo y el comercio, la pequeña y mediana empresa y la sociedad civil a una mesa de acuerdo que nos permita diseñar un mañana en la lucha contra la inflación”.
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Además, el mandatario anunció que se creará “un fondo de estabilización [del trigo] con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos”. Esta medida apunta a limitar la suba de los valores del pan. E instruyó a los ministros para que “tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana”.
Sin cambios de gabinete ni reformas estructurales, el Presidente le pidió a su gabinete económico, que integran Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Julián Domínguez (Agricultura), que tomen todas las medidas que consideren necesarios para enfrentar los incrementos de precios, especialmente en los alimentos.
El dato de la inflación de febrero fue de 4,7 por ciento, mientras que el aumento de la comida trepó al 7,5%. Marzo, según consultoras privadas, podría subir 6 puntos.
“Nuestra batalla hoy es contra los especuladores. Contra los codiciosos. Contra quienes buscan aún en situaciones tan complejas sacar una renta extraordinaria. Contra los agoreros de siempre, que intentarán instalar el sálvese quien pueda o buscar culpables rápidos y respuestas sencillas”, señaló Fernández.
Y agregó: “Después de haber resuelto la deuda insostenible con los acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional, debemos defender nuestro desarrollo social y económico. Por eso también nos pondremos al frente en la lucha contra la inflación”.
También se refirió a la herencia recibida de la gestión de Mauricio Macri. “Llevamos diez años consecutivos con una inflación de dos dígitos. Cuando asumí mis funciones en diciembre de 2019, Argentina registraba una inflación que orillaba el 54 % anual.
En el 2015, quien me precedió en la Presidencia, aseguraba poder resolver el problema de la inflación de un día para el otro. Aseguraba que era muy sencillo hacerlo. Lo cierto es que se equivocó, profundizó notablemente el problema y dejó su cargo revelando una inflación anual promedio de casi el 41 %”, dijo el Presidente.