Días después de que la Fundación Orejitas Callejeras de Tucumán comenzara una campaña de recaudación de dinero para saldar una enorme deuda, un hombre los contactó por Facebook y en menos de 24 horas resolvió el problema.
Un donante misterioso, inspirado en la aclamada serie argentina "Los Simuladores", entregó el miércoles 24 de noviembre la suma de 200.000 pesos a un refugio de animales llamado Orejitas Callejeras, acción que se viralizó en redes sociales.
A principios de mes, Orejitas Callejeras comenzó una campaña de recaudación de dinero a través de sus diversas plataformas debido a haber acumulado una cuantiosa deuda en el tratamiento de los animales rescatados mediante el uso de veterinarias.
Cuando creían que ya todo estaba perdido y se preparaban para anunciar el cierre del refugio, una persona se contactó con la página de Facebook de la fundación, les preguntó cuánto debían y en dónde estaba cada deuda, sin dar mayores precisiones.
Según contó Bárbara Artero, una de las voluntarias rescatistas de mascotas, el usuarios les hizo una pregunta que no supieron entender al momento en el que fue realizada. “Nos preguntó si habíamos visto Los Simuladores”, contó Artero sobre aquella conversación.
En ese momento, pensaron que se trataba de una broma. “Nos dijo que le diéramos 24 horas y no volvió a contestar”, agregó a continuación. Un día después, el donante se presentó en cada uno de los lugares donde la fundación debía dinero.
Tras su paso por cada uno de ellos, la enorme deuda había sido saldada como por arte de magia. Cuando en las veterinarias quisieron averiguar de quién se trataba, el donante misterioso prefirió no dar su nombre y mantuvo su identidad bajo reserva.
“Llegó un hombre alto, de traje, bien vestido. De una bolsa de cartón sacó todo el dinero y pagó la deuda a Orejitas”, contó Natalia Leguizamón, dueña de Casa Campo, una de las veterinarias a la que la fundación le debía gran parte del dinero.
Asimismo, Leguizamón contó que al pedirle su nombre para anotarlo en un registro y dar aviso a las rescatistas, se negó a decirlo rotundamente: “Se dio vuelta y se fue”. El donante misterioso mantuvo el mismo accionar tanto en la Pensión y en Lola Polola.
Orejitas Callejeras de Tucumán debía $145.000 en la veterinaria Casa Campo, $40.000 en la Pensión y $5.400 en la veterinaria Lola Polola, entre otros negocios. Este monto, que llegaba casi a los $200.000, era el acumulado de un mes nada más, informó La Gaceta.
Las rescatistas de la fundación indicaron que para ellas “es una Orejita Callejera caída del cielo” y que no entendían el por qué de su bondad. Según explicaron, el “simulador tucumano”, dijo que lo hacía porque ama a los animales.