El INTI asistió a la empresa que desarrolló el producto y que tiene potencial exportador. Según explican, es una evolución del "charqui" o "charque" que hacían sus abuelos.
“Los Juancitos” es una empresa familiar que se dedica desde hace años a la ganadería (Angus y Hereford) en la localidad bonaerense de Balcarce, y en los últimos meses sus socios buscaron expandirse e incursionar en un producto industrializado.
En ese marco, la firma argentina solicitó asesoramiento del equipo de Alimentos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para poder agregar valor a su producción, elaborar y comercializar un alimento en base a carne.
El resultado de los emprendedores argentinos y el trabajo de los especialistas del INTI fue un snack de carne rico en proteínas con alto potencial exportador, fácil de transportar y que se puede consumir en cualquier lugar.
El nuevo producto que crearon los hermanos Juan Cruz y Juan Manuel López Hamdan con la ayuda del INTI, lleva el nombre de “Cultura Cárnica”, y si bien este tipo de snacks existen en distintas partes del mundo y son conocidos como “Beef Jerky”, en nuestro país no se los conoce y no se producían.
El camino de la idea
Juan Manuel comentó en una entrevista al Diario de Balcarce que el producto que ellos crearon es una evolución del “charqui” o “charque” que hacían sus abuelos. La técnica que se utilizaba hace muchos años, – “cuando no existía la refrigeración para conservar la carne” -, aclara Juan, consistía en cortar carne, salarla y secarla al sol.
La responsable del departamento de Desarrollo de nuevos productos del INTI, Mariana Sánchez, señaló que la empresa familiar “venía de la producción a campo, y no tenía aún conocimiento en procesos de transformación de alimentos, ni en agregado de valor. Habían elaborado un snack inicialmente, pero carecía de vida útil y la inocuidad no estaba estandarizada”, entre otras características que “se debían corregir”.
Luego del apoyo y asesoramiento del INTI, lograron hacer un producto industrializado, más tierno, más sabroso y muy seguro de consumir ya que se cumplen los ciclos de cocción que aseguran la inocuidad del producto.
El proceso para llegar al producto final supone trabajar con una carne cruda, el corte que se utiliza es nalga. Se fetea, se saboriza con salmuera, se realiza un proceso de cocción suave y luego se deshidrata. No es necesaria la refrigeración.
Que la carne sea deshidratada no es un detalle menor, dado que “la carne vacuna tiene entre un 20 y un 25% de proteínas, mientras que el beef jerky tiene aproximadamente 50%“, amplió Juan Cruz.
El otro de los beneficios que aporta este snack, y según lo destaca la especialista del INTI, es que “tiene ciertas cualidades que lo hacen atractivo para gente que se cuida, que busca nutrirse con ingredientes naturales y de la forma más saludable posible, sin ingerir grasas ni demasiados aditivos”, explica Mariana.
El nuevo producto se vende en tres versiones “Clásico“, “Ahumado” o “Red Pepper“.