El sector agropecuario está inquieto, por la falta de respuestas del gobierno nacional ante los reclamos planteados y muy movilizados, luego del exitoso acto del 9 de Julio en San Nicolás.
Las razones que podrían llevar al sector agropecuario a una nueva protesta son muchas, pero se pueden enmarcar en apenas cuatro. Estas son: La falta de respuestas a los reclamos planteados durante la numerosa movilización del 9 de julio pasado. El aumento en el dólar paralelo. La posibilidad de un evento Niña y el enojo ante las agresiones que identifican como infundadas por parte del gobierno.
A la vista de quienes no conocen cómo es la producción agropecuaria, el hecho que el dólar denominado “blue” aumente podría ser una buena noticia para los productores, pero no, todo lo contrario. Pues, la suba del dólar blue de los últimos días puso nuevamente en alerta al sector productivo. Esto es porque, si bien, y en teoría, los insumos se pagan al valor oficial de la moneda, la historia indica que esta situación impacta en los precios de los insumos.
A las retenciones, restricciones cambiarias impuestas por el Banco Central y la presión fiscal, ahora se suma el aumento del dólar en el mercado informal y encima está la inflación en dólares.
Los ejemplos están a la vista: los US$4,2 que se pagaba el año pasado por el litro de glifosato hoy se comercializa un 108% más, US$8,8; la tonelada de urea pasó de 387 dólares en promedio en 2020 a 620 dólares, un 60% más. El fosfato pasó de 467 a 840 dólares y los 1000 metros de alambre 17/15 que se pagaba unos 84 dólares el año pasado en la actualidad se abona 161 dólares, un 91% más.
En este sentido la brecha de un 80% entre el dólar oficial y el blue, es altamente perjudicial para el sector porque impacta de manera directa en su ecuación económica
Si hay algo que preocupa y mucho a los productores agrícolas es el clima. En este sentido, se acaba de conocer que hay altas probabilidades que durante los meses de noviembre, diciembre y enero se desencadene un evento Niña (sequía) sobre esta parte del continente.
También se acaba de conocer una nota firmada por el economista Alfredo Zaiat, que publicó Página 12, y que especialmente fue recomendada por la vicepresidenta Cristina Fernández que habló con inexactitudes de los ingresos de los productores.
La nota en cuestión generó mucho enojo en todo el sector y fue refutada en las redes por Silvio Montenegro, un Ingeniero Agrónomo del sur de Santa Fe con una larga nota con cuadros explicativos de los errores, la misma lleva por título: “Otras burdas mentiras sobre el campo”.
Hace un par de días se conoció una carta pública dirigida al gobierno la cual fue firmada por más de 130 entidades, cámaras y organizaciones de la sociedad civil. En esa misiva confluyeron productores Autoconvocados, las Mesas de Enlace de Córdoba y Santa Fe, cámaras de comercio, gastronómicos, turismo y hasta referentes ligados a la industria.
Lo más importante es que en la carta le dieron al gobierno nacional, «un plazo máximo de 20 días» para que tomen «medidas concretas y efectivas» en línea con lo proclamado en el acto del 9 de julio en San Nicolás. Caso contrario, indicaron, adoptarán «medidas de fuerza».
Y advirtieron que “cualquier oferta de diálogo estará subordinada a la previa aplicación de medidas concretas”. En ese sentido, consideraron que “sin acciones que den evidencias claras de la buena voluntad de los gobernantes, el diálogo no es más que un simulacro, una práctica dilatoria que ya no estamos dispuestos a tolerar”.
Otro dato; se acaba de conocer que la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) que conduce Horacio Salaverri, se encuentra preparando una asamblea para dentro de 15 días. Los Autoconvocados aventuran que si acompaña Carbap (de la cual dependen más de 130 sociedades rurales), se estaría a las puestas de un nuevo paro del campo.
