Los delincuentes llamaban desde cárceles fingiendo ser empleados de bancos, Anses, empresas de servicios, hipermercados, e incluso del Ministerio de Salud. Engañaron a al menos 17 víctimas.
Las estafas telefónicas continúan a la orden del día en el interior bonaerense. Así, en las últimas horas la Policía logró desarticular una banda que cometió estos delitos por 2 millones y medio de pesos en Rojas, Junín, Lincoln, Los Toldos y Chacabuco.
Según se informó desde el área municipal de seguridad y la DDI de la departamental policial de Junín, tras una investigación de cinco meses se realizaron unos 15 allanamientos para dar con los responsables de los ilícitos, que desvalijaron a al menos 17 víctimas.
La banda tendría base en los penales de Cruz del Eje y de Bouwer, en la provincia de Córdoba.
En los operativos, realizados en conjunto con la Policía cordobesa, se secuestraron teléfonos, notebook, una tablet, tarjetas SIM, tarjetas de débito, tarjetas de carga para celulares, anotaciones de CBU, tickets depósitos, pendrives, un disco de almacenamiento, e importante sumas de dinero incluso en el interior de los calabozos.
“Phishing”
El parte oficial afirma que las estafas se cometían mediante la modalidad conocida como “phishing”, “que no son otra cosa que estafas telefónicas que comprenden maniobras de engaño a la ciudadanía, donde los marginales fingiendo ser empleados de una institución bancaria, empleado de Anses, empresa de servicios o hipermercados, e incluso del Ministerio de Salud, aduciendo haber sido favorecidos por beneficios económicos, sorteos y vacunación por Covid, conducen a las víctimas para que les proporcionen datos personales, información financiera confidencial, contraseñas y/o número de token de cuentas bancarias”.
Mientras tanto, “conducen a la víctima a través del propio dispositivo telefónico e incluso en algunos otros casos para que se trasladen hacia un cajero automático. Allí tras obtener la información necesaria se apoderan de la administración de la cuenta, gestionan préstamos por grandes sumas de dinero y/o realizan transferencias hacia cuentas de sus cómplices”.
En los penales al menos seis internos operaban como cabecillas y desde las celdas realizaban las llamadas maliciosas. El principal investigado, alias “Braca”, es un condenado por femicidio, quien junto a los restantes internos y sus cómplices suman un total de nueve personas, entre mujeres y hombres.
La investigación contempla un total de 17 damnificados y se tramita ante las Fiscalías N° 1 y Nº 2 de Junín, a cargo de Vanina Lisazo y Javier Ochoaizpuro, respectivamente, y la Ayudantía Fiscal de Lincoln a cargo de Camaleontti Martin. (DIB) MM
