El ícono más famoso de París fue protagonista de un espectáculo sin precedentes, para el cual se utilizó electricidad producida enteramente a través de fuentes renovables, en el marco de una campaña para generar conciencia y responsabilidad ambiental.
Esta acción, que contó con la colaboración de la capital francesa, se enmarca en el plan actual para la transición energética en Francia, que presenta el hidrógeno como una oportunidad frente a los combustibles.
“Los Juegos Olímpicos de 2024 serán un horizonte para el desarrollo de hidrógeno renovable“, explicó este miércoles en un comunicado el teniente de alcalde a cargo del Deporte, Pierre Rabadan, que resaltó que la ciudad aspira a consumir menos carbono.
Por otro lado, en el mismo comunicado, el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, aseguró que “Francia dedicará 7.000 millones de euros hasta el 2030 al desarrollo de la producción de hidrógeno renovable”. En la misma sintonía, destacó: “Francia ya dispone de numerosos posicionados sobre esta tecnología de futuro“.
