El Papa Francisco dijo en broma que en Brasil hay "mucha cachaça y poca oración". Además, Francisco estuvo con una una sobreviviente del Holocausto.
Al término de una audiencia general en el Vaticano, el Papa Francisco bromeó con un grupo de brasileños y señaló que no tienen salvación por su afición a la cachaça, una bebida alcohólica destilada emblemática del país.
“Santo padre, rece por nosotros, brasileños”, le dijo un sacerdote, a lo que el papa respondió con una sonrisa. “Ustedes, los brasileños, no tienen salvación. Es mucha cachaça, poca oración”, señaló con una ironía festejada por sus interlocutores.
Quien le hizo este pedido fue el padre João Paulo Souto Vitor, de Campina Grande (Paraíba noreste), quien reaccionó con una risa.
El papa Francisco estaba sin barbijo y estrechaba la mano de los fieles que acudían en masa a verlo.
Un emotivo gesto en la jornada
En el mismo encuentro, Francisco besó el número de detención tatuado en el brazo de una superviviente del Holocausto en un gesto espontáneo.
Lidia Maksymowicz, es una polaca de origen bielorruso de 81 años que fue deportada en 1943 al campo de Auschwitz Birkenau cuando aún no tenía 3 años y fue también víctima de los experimentos del criminal de guerra Josef Mengele.
Tras intercambiar algunas palabras, la señora se arremangó para mostrarle el tatuaje con el número 70072 que los nazis le marcaron al ingresar al campo de concentración. Ante ello, el papa argentino se inclinó para besarlo y la sobreviviente, conmovida, lo abrazó.
“Con el Santo Padre nos entendimos con una mirada, no hicieron falta palabras”, sentenció, según contó el portal de noticias del Vaticano.