Un estudio realizado en Argentina y otro en España, y un tercero en Bangladesh demuestran que los fumadores activos consumen más tabaco de lo habitual. Las tres investigaciones aseguran que es producto del desaliento, angustia e incertidumbre del aislamiento por Covid. Las cifras son alarmantes.
Es notorio el incremento del uso de tabaco en quienes ya fuman, pese a los recomendaciones de los profesionales de la salud sobre los riesgos que implica fumar e infectarse de coronavirus. Además, en nuestro país, el 35,6% informó estar comiendo de más y el 41,5%, realizar menos actividad física que antes. Los números sorprenden y causan preocupación en la comunidad médica.
La ansiedad relacionada con la pandemia, el aburrimiento y las rutinas irregulares son los principales factores de aumento del consumo de nicotina y tabaco durante el confinamiento inicial de 2020. El miedo al virus, la incertidumbre laboral y los efectos psicológicos del aislamiento, también fueron citados por los encuestados como el principal motor que los «movilizó» a fumar más de lo normal.