La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner renunció a la dieta que le corresponde. Aprovechó para pegarle "un palito" a la Corte Suprema.
Mediante una carta dirigida al Secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner renunció a la dieta que le corresponde por el cargo que ocupa.
CFK aprovechó la ocasión para mandar un "mensaje" al Poder Judicial: es que, en el mismo acto, renunció al privilegio de no pagar el impuesto a las ganancias, algo que los magistrados nacionales resisten.
La propia vicepresidenta aclaró que la decisión se vincula a que ANSES restituyó su asignación mensual vitalicia por haber sido presidenta entre 2007 y 2015, de la que había sido privada durante el gobierno de Mauricio Macri.
En la nota, Cristina señaló que si bien tiene "derecho a percibir" sus haberes, es su decisión "renunciar al mismo; de la misma manera que lo hice con aquel que se me otorgó por sentencia judicial para que el impuesto a las ganancias no fuera descontado de mis dos asignaciones vitalicias".
En ese mismo párrafo, CFK remarcó que se trata de las mismas asignaciones que "perciben los integrantes de la Corte Suprema Justicia de la Nación, quienes como todos y todas sabemos, no pagan impuesto a las ganancias".