7 septiembre 2024

MATE NO, PERO PERMANENTE


Expertos recomiendan dejar de compartir el mate, pero de manera permanente, más allá de la epidemia de coronavirus.


 


 

Miércoles 11 de marzo de 2020.

La infectóloga Silvia González Ayala sostuvo que el consumo de la infusión más tradicional del país debe “entenderse como una acción individual”, pero de manera permanente.
En pleno avance global del Coronavirus, las voces en contra de nuestro ícono cultural por excelencia, la ronda de mates, se reproducen para desprestigiar sobre su buen uso y costumbre. “El mate debe entenderse como una acción individual”, asegura la doctora Silvia Elena González Ayala.

Aún a sabiendas de estar hablando sobre una costumbre cultural instalada como símbolo de nuestra idiosincrasia y motivo de orgullo para el paladar argento, Silvia Elena González Ayala -Doctora en Medicina y docente especialista en enfermedades infecciosas e infectología pediátrica, profesora titular de Infectología en la UCALP, consultora en Enfermedades Infecciosas y Miembro del Comité Institucional de Revisión de Protocolos de Investigación del Hospital de Niños Sor María Ludovica-, afirmó que desde un criterio netamente infectológico el mate se trata de una acción individual.

Aunque duela y cueste aceptarlo, de golpe y porrazo, por causa y efecto de un virus importado, los argentinos debemos escuchar las palabras vertidas desde propia boca a una eminencia en la materia, quién ratifica que uno de nuestros emblemas culturales por sentido pertenencia distintivo casi patriótico como es el mate, se convierte de un día para el otro en una práctica muy poco aconsejable o directamente errónea.

 

Según Gonzalez Ayala, “así lo fue siempre, no ahora”. Para luego agregar que, “aunque para una gran mayoría de los argentinos suene antipático, desde el punto de vista higiénico es así y debe quedar bien claro: el mate es individual”

Muy lejos de recular o amenizar respecto de la contundencia de su mensaje, redobló su concepto diciendo: “Por más que me tilden de amarga, sostengo que ni siquiera en la familia se debe compartir el mate. Yo no tomo mate por razones higiénicas y siempre digo que cada uno sabe lo que hace.”

Como fundamento categórico ante el reclamo, ahondó sobre la existencia de una infinidad de microorganismos que se transmiten a través de nuestra tradición compartida del mate, por medio de la bombilla. “Hemos tenido un brote de sífilis oral por el mate”, alertó. Para finalmente cerrar con una confesión personal: “yo no me meto contra nada, mi obligación como infectóloga es decir que no está recomendado”.