22 noviembre 2024

DENUNCIAN QUE SE USAN PLAGUICIDAS PROHIBIDOS


El 33% de los agroquímicos utilizados en Argentina es considerado “altamente peligroso” por la OMS, según señala un informe.



 

Viernes 21 de junio de 2019.

“Hoy podés comprar plaguicidas en una ferretería, en lugares donde venden alimentos para mascotas, incluso en los supermercados. Tenemos una venta muy flexibilizada y la gente hace uso de ellos sin conciencia de los efectos”, comenta el Ing. Agr. Javier Souza Casadinho, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de Red de Acción en Plaguicidas de América latina (Rapal) que nuclea a instituciones, asociaciones y universidades de 11 países de la región que investigan, capacitan y denuncian los efectos nocivos de estos productos en la salud socioambiental.

“Está tan naturalizado el acceso y uso de los plaguicidas que también en forma cotidiana se utilizan en las plazas, sobre los animales y hasta en el pelo de los niños con los piojicidas”, agrega Souza Casadinho.

El ingeniero publicó recientemente una investigación sobre el uso en Argentina de plaguicidas altamente peligrosos. El informe indica que 107 productos que se usan en el país están prohibidos o no autorizados en el resto del mundo. Y de ese total, 36 -es decir el 33%- son plaguicidas altamente peligrosos (PAP) según los criterios establecidos por la OMS y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).

Entre los plaguicidas fuertemente dañinos se encuentra los herbicidas a base de “Atrazina”, vedados en otras regiones del mundo por su peligrosidad y posibilidad de generar deterioros crónicos en la salud de las personas. También el “Paraquat”, aplicado tanto en el cultivo del tabaco como en el de hortalizas. El litro de estos productos se consigue en Mercado Libre (portal de ventas on-line) a un valor de entre $600 y $700 pesos argentinos.
El medio litro de glifosato marca Roundup también se encuentra fácilmente en Internet a $850 y el envío del “potente preparado que elimina todo” corre a cuenta del comprador. Como es sabido, esta marca pertenece a la compañía Monsanto-Bayer, la misma por la que un jurado de la corte estatal de Oakland, en California, Estados Unidos, dictaminó esta semana que el gigante químico debía indemnizar a una pareja con el pago de 2.045 millones de dólares por causarle linfoma no hodgkiniano tras la exposición reiterada ante el producto. El jurado determinó que la compañía había actuado de forma negligente al no advertir sobre los riesgos asociados a este herbicida.

Fuentes: 25 Digital y Ecoportal.