El obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, ordenó diácono al ex policía José Pedraza. El seminarista tiene 31 años y es oriundo de la localidad de Henderson.
Lunes 11 de marzo de 2019.
La celebración eucarística se realizó al atardecer del viernes 8 de marzo en la Iglesia catedral, fue concelebrada por el Obispo emérito monseñor Martín de Elizalde, la ma-yoría del presbiterio diocesano junto a sacerdotes venidos de otras diócesis compañe-ros del ordenado.
Participó una numerosa cantidad de fieles entre los que se contaban familiares y ami-gos junto a muchos venidos de distintos lugares de la diócesis donde José fue ejercien-do algunas actividades pastorales durante el tiempo de su formación. Se destacaron la delegación de su localidad natal, encabezada por su párroco Francisco Pérez Cadierno, y representantes de agrupaciones del movimiento scouts -del cual Pedraza es miembro- de varias parroquias de la diócesis.
Luego de las lecturas de la Palabra de Dios y ya dentro del rito de la ordenación, el obispo diocesano afirmó: “Hoy estamos celebrando un don y vamos a recibir un regalo. Lo recibe José pero es para todos nosotros”. A partir de los textos bíblicos basó su reflexión sobre tres puntos: el temor, que suele provocar el contraste entre la propia debilidad y la grandeza del llamado; el don, con el cual Dios capacita, conforta y auxilia para desempeñar un ministerio; y en último término, el servicio, en el cual consiste la misión propia y específica del diácono.
En ese sentido subrayó que “por el orden sagrado no se recibe un título ni se asciende en un escalafón terrenal por encima de los demás, sino que se nos otorga un don y una gracia para que nos libra de todo temor y nos capacita para el servicio al santo pueblo de Dios”.
Luego se dirigió al nuevo servidor de la Iglesia: “Tu entrega al servicio de los ciudadanos en tu paso por la policía, la participación en los grupos scout, tu espíritu de servicio en los años del seminario, tu espíritu fraterno con tus compañeros en el centro vocacional Cardenal Pironio y tu dedicación al Hogar de Cristo muestran unos dones, unas disposiciones y capacidades que no quedan de ninguna manera atrás en tu vida, sino que bien podrás integrarlas e incorporarlas para hacer más rico y fecundo tu servicio en muchos sentidos”.
También le recomendó “la escucha contemplativa de la Palabra te llevará siempre a pasar del temor a la confianza, del miedo a la generosidad para responder con un “sí” sincero, generoso y grande al llamado de Dios que se expresará a través de tantos desafíos, sufrimientos y misiones que deberás afrontar en tu vida y ministerio”. Asimismo lo animó a no temer en su nueva misión puesto que “en la Palabra de Dios” encontrará “el consuelo, la fortaleza y la paz para cumplir con su misión” apoyado no en sí mismo sino “en el don sobreabundante de Dios”.
Siguió luego el rito de ordenación con el diálogo entre el obispo y el candidato, para expresar sus compromisos y promesas, y el canto de las letanías de los santos. El momento culminante de este rito es cuando el obispo ordenante impone las manos sobre el ordenando y reza la oración de consagración con la cual se transmite, entonces, este grado del sacramento del ordena sagrado. Luego siguieron los ritos ilustrativos como son la entrega del libro de la palabra de Dios, la vestición con los ornamentos propios de su orden que son la estola atravesada y la dalmática. Fue precisamente este, un momento de sentida emoción, cuando sus familiares presentaron estos ornamentos y fue revestido por los sacerdotes Guillermo Gómez, Tomás Wargocki y Juan Carlos Maturana.
Ya en el altar, el nuevo diácono, asistió al obispo en la preparación de las ofrendas, el saludo de la paz y al administrar la comunión con el cáliz de la sangre del Señor. Al finalizar la celebración eucarística, el nuevo diácono dirigió unas palabras de agradecimiento a su familia y parroquia de origen, a los obispos y sacerdotes, y a todos cuantos lo acompañaron en la etapa de formación.
Los festejos finalizaron con una cena en el salón de la Capilla Sagrado Corazón.