Domingo 27 de enero de 2019.
Parece que cada vez más argentinos incorporan el hábito de donar y regalar bajo los lineamientos de la best-seller de La magia del orden. El efecto Marie Kondo y una veta colateral, solidaria, que se nota en un contexto de crisis e inundaciones en el litoral argentino.
Como pasó en Estados Unidos, también acá argentinos que nunca -o casi nunca- hicieron donaciones ahora se acercan con bolsas de consorcio a los puntos de donaciones de todo el país. La semana pasada, la cancha de River, donde se recibían donaciones para los inundados en el litoral, fue epicentro de una movida de caridad multitudinaria que conmovió a las organizaciones.
La mayoría de las fundaciones destacan un aumento inusitado de las donaciones durante el mes de enero. El estreno de la serie de Marie Kondo en Netflix fue el 1° de este mes. No hay estadística para hablar de una causa y efecto con la japonesa porque “no se pregunta por qué donaron”. Pero, afirman, “cada vez es gente nueva”. Es que el método de Marie Kondo -llamado KonMari- invita a “quedarse sólo con lo que te produzca alegría (sparks joy)”, dicen.
Lo que más se dona es ropa, un 32%, que está en buen estado, limpia y prolija. Además hay un 35% que junto con la ropa donaron muebles, libros, electrodomésticos o colchones. No existen estadísticas tampoco, pero otro punto de recepción de donaciones son las Iglesias. Allí también, en organismos como Cáritas, se experimenta un mayor afluente de personas que llegan con bolsas para donar.
“Cada vez más y más gente. La explosión de la solidaridad me conmueve”, dice Juan Carr, fundador de Red Solidaria. Su mujer también empezó a hacer orden en la casa con este método de la japonesa que es sensación.