Martes 15 de enero de 2019.
Ni las dietas altas en proteínas, ni las bajas en grasas, ni las ricas en carbohidratos, ni siquiera las equilibradas. El increíble y polémico método para bajar de peso es, según un nuevo estudio, comer tierra. Sí, leíste bien.
Una investigación realizada por la Universidad del Sur, de Australia, descubrió de casualidad que la arcilla tiene la posibilidad de absorber gotas de grasa en el intestino. “Estaba investigando la capacidad de los materiales de arcilla para mejorar la administración oral y la absorción de fármacos antipsicóticos, cuando noté que las partículas de arcilla no se comportaban como esperaba. En vez de descomponerse para liberar medicamentos, los materiales arcillosos atacaban las gotas de grasa y, literalmente, las absorbían”, explicó el autor Tahnee Dening.
El científico explicó que los materiales arcillosos no sólo atrapan las grasas, sino que también evitan que sean absorbidas por el organismo. Esto se consigue garantizando simplemente que la grasa pase a través del sistema digestivo. Para Dening, es “este comportamiento único el que hace que nos planteemos algo importante: potencialmente, una cura para quienes sufren exceso de peso".
La obesidad se convirtió en uno de los mayores problemas de salud de la sociedad moderna. Además, tiene otros riesgos asociados como enfermedades cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer. Las cifras en Australia, país de los investigadores, son impresionantes: casi dos tercios de los adultos australianos tienen sobrepeso. En nuestro país las cifras también son preocupantes: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina lidera el porcentaje de obesidad en menores de cinco años en América Latina.
Los materiales arcillosos atrapan las grasas y evitan que sean absorbidas por el organismo.
La tierra que dio estos resultados tan impresionantes se llama montmorillonita: un material de arcilla natural purificada y una arcilla sintética llamada laponita. Se hizo un estudio con ratas, divididas en dos grupos: unas fueron alimentadas con montmorillonita y una dieta alta en grasas, mientras las otras siguieron también una dieta alta en grasas y consumieron un producto para la pérdida de peso líder en el mercado llamado Orlistat. Los resultados confirmaron las expectativas. El experimento duró dos semanas, tras las cuales los investigadores analizaron las ratas y encontraron que ambos grupos del estudio habían experimentado una pérdida de peso, pero las que se alimentaron con arcilla tuvieron un resultado más beneficioso.
El siguiente paso es saber si se podría usar la arcilla para tratar la obesidad en los humanos. “Estamos atacando la digestión y absorción de grasas de dos maneras diferentes y esperamos que esto conduzca a una mayor pérdida de peso con menos efectos secundarios”, explicó Tahnee Dening. Eso sí, antes de ingerirla, se herviría para evitar gérmenes y parásitos.
Otros beneficios para la salud
La arcilla tiene un uso medicinal que se remonta a los inicios de la humanidad, donde era utilizada para curar heridas y problemas inflamatorios. Los historiadores creen que se debe a una imitación sobre los animales, que cuando tienen una lesión se revuelcan en la tierra.
La arcilla tiene propiedad remineralizante, cicatrizante -regenera tejidos y permite reducir las cicatrices gracias al silcato de aluminio-, estimulante -sus oligoelementos permiten una acción de reequilibrio y estimulación en la piel-, antibacteriana, sedante, depurativa y estética