A pesar de la “turbulencia” económica y de la incertidumbre respecto de 2019, la primera etapa de la construcción de autopistas y rutas seguras a través del sistema de Participación Público-Privado que desarrolla en la Provincia no correría riesgo de quedar inconclusa.
Miércoles 19 de diciembre de 2018.
La información fue confirmada por el Ministerio de Transporte en medio de los rumores sobre el congelamiento de obras. Este año la Nación licitó para la construcción de los Corredores Viales A, B y C, que implican un frente de 2 mil kilómetros de obras viales, además de los E y F, que tienen tramos bonaerenses.
“La etapa primera etapa de vialidad está en toda máquina”, aseguraron desde la cartera que conduce Guillermo Dietrich. Se trata de los trabajos sobre rutas clave, como la 3, la 226, la 5, la 8, la 9 y la 33, entre otras. “Está todo dentro del plazo del contrato, que dice que las obras tienen que comenzar en enero”, aclararon.
Siempre según Transporte, en estas fechas se están terminando los obradores en Las Flores, Azul, Tres Arroyos, Suipacha, Chivilcoy, Nueve de Julio, Pehuajó y Carmen de Arco, un paso previo para el inicio de los trabajos, que comenzarían durante el verano. Se trata de un alivio para los vecinos del interior que vienen reclamando con insistencia la concreción de esas obras, en medio de fuertes rumores respecto de la cancelación de contratos.
Sin ir más lejos, esta mañana el diario La Nación publicó que se congelarían todos los PPP cuando en realidad lo que sucederá es que no habrá licitaciones nuevas hasta abril. “Hoy Argentina no está en condiciones de licitar un PPP, básicamente por qué el riesgo país está alto”, explicaron desde el gobierno nacional.
No son las peores noticias para el gobierno de María Eugenia Vidal, toda vez que las obras que quedaron sin licitar están, en su gran mayoría, lejos de la provincia. De hecho, sólo los trabajos de repavimentación de la Ruta 8, en un tramo que va de Pergamino hasta Villa Mercedes, y el acceso al puerto de Bahía Blanca estaban contemplados en ese esquema.
Para revertir ese escenario, Cambiemos apuesta a generar condiciones para “estabilizar” la economía, conseguir una reducción del “riesgo país”, que traería aparejada una disminución de la tasa de interés que paga la Argentina. Todo está atado al “shock de confianza” que, aseguran, implicaría para los inversores la reelección de Mauricio Macri. “Reactivar la economía en general significa una mejora en el pronóstico electoral”, señalo un funcionario nacional a este portal.
En el interín, se negocia con las partes para que no den de baja los contratos ya firmados. Los empresarios aducen que la devaluación del dólar, que en agosto tocó los 42 pesos, hacen inviables los términos económicos acordados. El Gobierno se guarda una carta para forzar su cumplimiento: la letra chica incluye depósitos en garantía de 50 millones de dólares. Dietrich y sus emisarios ya hicieron saber que no tendrán prurito en ejecutarlos.
INFOCIELO.