Miércoles 24 de octubre de 2018.
Lo que parecía en apariencia un accidente casero, fue conjurado de la manera más eficaz con una rápida acción que culminó con el mejor desenlace, cuando una mujer policía identificada como Valeria Rosales y su compañero de tareas, Gastón Cordero, que estaban destacados en un patrullero que hacía vigilancia de rutina en la avenida Mariano Unzué, salvaron la vida de una bebé de nueves meses que había sufrido una suerte de atragantamiento.
En un principio, y ante la sorpresiva situación, se pensó que todo había sido producto de un elemento que no pudo precisarse que pdoría haber tragado la nena y algunos familiares especularon con que se trataría de una bolita o un alimento.
Pero después con la circunstancia controlada, se confirmó que se trató de un cuadro de convulsiones.
El hecho, tuvo lugar, esta noche de martes poco antes de las 21 en un domicilio de esa avenida al 2.200 (a la altura de Villa Pompeya), cuando los familiares de la nena, desesperados, buscaron ayuda fuera de la casa y dieron con el patrullero.
En ese momento, Rosales y Cordero, al observar el cuadro que reflejaba una grave descompensación de la beba, no dudaron un instante, la asistieron y la subieron al coche oficial con destino al hospital Miguel Capredoni, donde los médicos de guardia lograron estabilizarla. Pero en el camino, Cordero, fue el encargado de practicarle trabajos de reanimación para que la beba llegase llorando al centro asistencial. Un buen indicio.
El patrullero que trasladó a Zafira Candelaria, hija del conocido joven Facundo Ferro, fue escoltado por otros móviles policiales y por unidades de Defensa Civil y Seguridad Vial, que llegaron al unísono al playón del nosocomio.
A Rosales y Cordero, los acompañaron con decisión otros policías tales como Emilio Mareco; Del Bueno y Burdignón, entre otros efectivos.
La nena, según informaron testigos, está fuera de peligro pero siguió en observación en el hospital por un tiempo prudencial y más tarde fue dada de alta.
Se vivieron momentos de dramatismo, e inclusive, sobrevino algún llanto en los efectivos por la tensión vivida pero con la tranquilidad y el alivio del final feliz y la misión cumplida.
Los policías son parte del staff conducido por el subcomisario Luciano Reos.
Más tranquilo, el papá de Zafira Candelaria expresó su sentir en su perfil de Facebook: “Quiero utilizar este medio para agradecer a todos los policías que se acercaron a mi casa al percibir mi llamado de auxilio, cuando tuve el mal momento de tomar a mi hija en brazos convulsionando, y sin dudar ni un segundo le hicieron tareas de reanimación, y la llevaron de urgencia al hospital subzonal”, contó.
“También agradezco a las personas que nos llevaron a su hermanita y a sus padres al nosocomio local, a todos los vecinos, conocidos y amigos que preocupados llamaron o escribieron brindando su ayuda. Gracias Bolívar”, concluyó Ferro.
Fuente: Info Bis.
