Jueves 4 de octubre de 2018.
La obra social busca quitarle poder a los laboratorios, a través de una descentralización en la negociación que se hace actualmente.
El PAMI anunció que modificará el proceso de la cadena de pagos de medicamentos para garantizar un mejor funcionamiento y evitar la falta de dinero que con frecuencia transitan los afiliados.
Se trata de una movida estratégica que busca quitarle poder a los laboratorios, a través de una descentralización en la negociación que se hace actualmente.
Al respecto, el director del PAMI, Sergio Cassinotti explicó: “Hasta ahora, desde fines de los años 90, las farmacias venían estando al margen de la negociación, pero ahora vuelven a tomar su papel histórico. Ellos han tomado positivamente el cambio”.
El tradicional acuerdo, que cambiará desde el 1° de noviembre, establece que los 4,9 millones de afiliados de la obra social gozan de una cobertura de entre el 50% y el 100% en el costo de los medicamentos por medio de la “administración” que las cámaras de los laboratorios hacían del dinero entregado por el PAMI.
Es decir, el PAMI les daba pesos a las tres cámaras, dos representan laboratorios nacionales, CILFA y COOPERALA; una, a los internacionales, CAEME, y ellas manejaban por completo el circuito financiero que seguía después, que involucraba tanto a droguerías como farmacias.
Además manejaban, y ahora dejarán de hacerlo, a través de un sistema llamado Farmalink, el propio sistema de validación, proceso y auditoria de las recetas. O sea, la plataforma informática que contiene todo dato posible acerca de esta compleja red de compra-venta.
Así, habrá dos grandes cambios: por un lado, la obra social se hará cargo de toda la parte informática de validaciones, a través del nuevo sistema “Farmapami”. Además se suspenderá la función que venían cumpliendo las cámaras nacionales de los laboratorios, y a partir del 1 de abril de 2019 dejará de tener participación la cámara de los multinacionales.
Hay que destacar que en principio, la modificación regirá sólo para los remedios denominados ambulatorios, que se venden bajo receta y de los cuales las farmacias tienen un stock. En cambio, hasta abril seguirán siendo administrados por las cámaras que reúnen a los laboratorios los medicamentos de alta complejidad, que se compran por encargos puntuales.
En cuanto al dinero para pagar los medicamentos, será directamente entregado a los colegios farmacéuticos, que en Argentina son cinco y representan a todas las farmacias del país. “Con ese dinero, las farmacias les comprarán a las droguerías, y éstas, a los laboratorios, bajo las condiciones establecidas en las cartas de intención”, detalló el director del PAMI.