22 noviembre 2024

ADVIERTEN SOBRE EL USO DE ANDADORES

Sábado 9 de junio de 2018.

Desde el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires (CoKiBA) advierten que los andadores son aparatos inseguros que limitan el desarrollo corporal y pueden exponer a los más chicos a situaciones peligrosas.

Es que esos paseadores le quitan al niño la posibilidad de recorrer el espacio con su propio cuerpo y desarrollar la coordinación y la maduración de los músculos de la espalda, entre otras complicaciones. En el Colegio aseguran que según datos estadísticos de especialistas en pediatría, el índice de accidentes proporcionados por el uso de andadores alcanza hasta el 40% del total de lesiones y golpes en bebés. Las lesiones más habituales se encuadran en lastimaduras, quemaduras, fracturas y atrapamiento de dedos, entre otras.

“Es muy común ver en niños que han tenido la experiencia del andador, caerse fácilmente o llevarse cosas por delante”, aseguró en un comunicado emitido por la entidad, la licenciada en kinesiología y Terapeuta en Neurodesarrollo, Carolina Gigante.

Es habitual creer que los andadores son portadores de seguridad a partir de que el bebé se acomoda en un espacio reducido del que no puede salir. Esta situación genera en los padres cierta tranquilidad, además de que permite que el niño se entretenga moviéndose libremente. Pero en la experiencia cotidiana ocurre que se trata de una estructura muy inestable que en cualquier movimiento puede voltearse con facilidad. Además el bebé logra alcanzar objetos que pueden ser muy peligrosos, desde elementos cortantes hasta pequeñas piezas que puede llevarse a la boca.

La Kinesióloga María Laura Torres, matriculada de Cokiba destacó además que“colocar a un bebé en un andador, sería exigirle una actividad para la cual no está preparado. Sus piernas no tienen la fuerza suficiente para soportar el propio peso, entonces está obligado a caminar sentado o inclinando su cuerpo hacia adelante”. En el mismo sentido, Carolina Gigante aseguró que otro riesgo importante propio del andador tiene que ver con que el niño le genera la tendencia de caminar en puntas de pie, lo cual puede provocar acortamiento muscular y perjudica la posterior marcha y equilibrio.

Las profesionales explican que entre los 6 y 9 meses el bebé logra mantenerse sentado, comienza a desplazarse, a arrastrarse y a gatear. Esta experiencia de estar en el piso mejora su equilibrio y sus reacciones de defensa y lo prepara mejor para llegar a pararse y lograr la marcha independiente. La utilización de andadores, saltea este paso fundamental en el desarrollo del niño. Por eso es importante que los padres le permitan al bebé adquirir estas habilidades para tener en el futuro mayor calidad y destreza de movimiento.

 

Fuente: InfoGEI