Jueves 3 de mayo de 2018.
Con el virus de la gripe a punto de iniciar su temporada de mayor circulación, los especialistas insisten en la importancia de que las personas que están incluidas en los grupos de riesgo se vacunen. Si bien la vacuna no previene la enfermedad, sí hace la diferencia para evitar posibles complicaciones derivadas de la gripe, incluida la muerte.
El año pasado, según datos del Boletín de Vigilancia Epidemiológica, fallecieron 103 personas por influenza en 16 provincias del país. “El 97% de los casos estuvieron asociados a Influenza A y 3% a tipo B. En los 69 casos con información del subtipo de influenza A involucrado, todos correspondieron a A(H3N2)”, dice el documento. Precisamente, esta es la cepa que circuló este año en el hemisferio norte y que ahora está incluida en la vacuna que se está distribuyendo en el país.
Pero lógicamente la vacuna es incapaz de proteger a aquellos que no se la aplican. El año pasado, el 74,7% de los fallecidos por influenza estaban dentro de los grupos de riesgo y no estaban vacunados, dice el Boletín. “En cuanto a la distribución por grupos de edad, el 70,9% de los casos corresponden a mayores de 65 años”, agrega el documento.
“La vacuna no previene la circulación viral. Pero disminuye las complicaciones y posibilidades de muerte. Las personas incluidas en los grupos de riesgo deben vacunarse, es importante que se sientan interpeladas y vayan a inmunizarse”, dice a Clarín Cristian Biscayart, a cargo de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de la Nación.
Esos grupos de riesgo son: niños de 6 meses a 2 años y personas mayores de 65 años –no necesitan orden médica-; embarazadas; mamás de recién nacidos; personas con factores de riesgo y personal de salud. Entre los factores de riesgo están las personas con enfermedades crónicas, inmunosuprimidas, las personas obesas, entre otras.
Se estima que sólo el 26% de las personas comprendidas en los grupos de riesgo se aplica la vacuna antigripal.
“En los años anteriores, la tasa de vacunación en el personal de salud es alta. En las embarazadas, también. El problema lo tenemos en los menores de 2 años, que requieren dos dosis, y la segunda dosis es baja. Y entre los grupos de riesgo, al no haber un denominador claro de cuántas personas tienen enfermedades crónicas, es difícil saber. Las muertes se suelen dar en los grupos de riesgo no vacunados”, dice el doctor Pablo Bonvehi, presidente de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
“Es importante que las personas que están en los grupos de riesgo y deben vacunarse, ya estén inmunizados cuando comience el frío”, agrega el doctor Eduardo López, infectólogo pediatra y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Crédito: 25 Digital