Miércoles 11 de abril de 2018.
El consumo de sal en la Argentina supera ampliamente las recomendaciones ya que se ubica entre 9,8 y 12,7 gramos por día, cuando la sugerencia de Organización Mundial de la Salud (OMS) es menos de 5,5 gramos diarios. Así lo advirtió la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), en vísperas al XXV Congreso Argentino de Hipertensión Arterial.
“De acuerdo con estas cifras estamos entre los países con mayor consumo de sal de América”, alertó el médico Walter Espeche, quien es vocal de la SAHA.
Además de los alimentos ya muy conocidos por su excesivo contenido de sodio, como los embutidos y los productos de copetín, existen otros potencialmente más peligrosos porque contienen “sal oculta”.
“Estos alimentos a veces ni siquiera tienen gusto salado y pertenecen a dos grandes grupos: los panificados (pan, galletitas dulces y saladas, medialunas, facturas, tortas, budines y pizzas) y los quesos. En conjunto son responsables de la mayor parte del sodio que consumimos en el día. Por suerte hay cada vez más variedades de panificados y quesos que vienen sin sal agregada”, señaló la médica Jessica Barochiner, también vocal de la SAHA.
A su vez, la presidenta de la entidad, Judith Zilberman, remarcó que los niños que consumen altos contenidos de sal durante su infancia “tienen mayor predisposición a la elevación de la presión arterial y posibilidades de padecer hipertensión y obesidad”.
“Para reducir el consumo en el hogar hay que evitar el agregado de sal en la preparación de las comidas, no poner saleros en la mesa, limitar el consumo de snacks o alimentos elaborados, y consumir productos de bajo contenido de sodio”, puntualizó Zilberman.
Si bien los índices actuales de consumo en la Argentina resultan preocupantes, habría un dato alentador: “La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2013 mostró que el 17,3% de la población agregaba siempre o casi siempre sal a la comida luego de la cocción o en la mesa, contra el 25,3% evidenciado en la encuesta del 2009. Esto implica una tendencia positiva en el control del consumo de sodio”, apuntó el médico Carlos Castellaro.
Otro dato esperanzador es que las nuevas generaciones se muestran más interesadas en llevar una vida saludable. “Los jóvenes que rondan los 30 años se interesan por la salud.
La ley
En la Argentina rige la ley nacional N°26.905, sancionada en 2013, que establece metas de reducción del consumo de cloruro de sodio con valores máximos permitidos para los productos cárnicos y derivados, farináceos y sopas.
Fuente: InfoGEI